Sabías qué, José Guadalupe Posada, el creador de la Catrina, luego de alcanzar la fama mundial murió en el olvido en algún lugar de Tepito.
Paradójicamente su fama – por su personaje que representaba diversos ámbitos de la cultura mexicana – no llegó hasta después de su muerte, pues en su momento no fue más que un breve susurro que quedó en el olvido.
Información relacionada: La Catrina
El 2 de febrero de 1852 nació José Guadalupe Posada, en Aguascalientes, México, dejando una obra que hasta la fecha sigue siendo pieza fundamental de la cultura mexicana.
La obra de Posada se vinculaba con la crisis que durante el Siglo XIX se vivía, su trabajo gráfico y su calidad lo colocan como un ícono universal que logro consolidar una visión nacionalista.
Sus obras reflejaban la realidad de una época y le daban vida y voz a las partes de la sociedad que no eran escuchadas.
La Catrina
Posada llegó a la Ciudad de México, a sus 35 años. Comenzó a sobresalir junto con el impresor Antonio Venegas Arroyo, con quien colaboró informando al pueblo de diversos acontecimientos.
Para ello, ambos creadores explotaron el talento de Posada quien por medio de formas originales, mordaces y divertidas narraba acontecimientos populares.
Fue ahí, cuando surgió su personaje icónico de La Catrina, dando con ella una aguda crítica social del México de finales del siglo XIX e inicios del XX.
La triste muerte de Posada
José Guadalupe Posada influyó poderosamente en el arte mexicano de las generaciones siguientes, gracias a su talento y originalidad; sin embargo, esta fama jamás la pudo ver el autor.
Pues su legado tomó fuerza después de su lamentable muerte, la cual llegó mientras él estaba solo y abandonado, aparentemente víctima del alcoholismo.
De acuerdo con el historiador Agustín Sánchez González (Relatos e Historias en México), el 20 de enero de 1913, José Guadalupe Posada, creador de La Catrina, en una vecindad de Tepito, nadie reclamó su cuerpo, por lo que quedó olvidado en una fosa común.