A través de una exposición con más de 230 obras del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), el Jeu de Paume de París ofrece un recorrido para conocer la historia de la fotografía de la primera mitad del siglo XX.
La exposición está compuesta por diversos géneros que van desde la arquitectura hasta desnudos.
Las obras de fotografía moderna se realizaron en capitales artísticas como París, Berlín, Moscú o Nueva York, por mencionar algunas.
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¿Qué podremos ver en el MoMA?
La galería cuenta con obras de fotógrafos como, la francesa Claude Cahun, la estadounidense Berenice Abbott y el mexicano Manuel Álvarez Bravo.
De acuerdo con Marta Ponsa, responsable del proyecto artístico, señaló que en la exposición, la figura humana es el principal centro de interés.
Además, destacó que se trata de un viaje que comienza en la década 20, época en la que la fotografía se centraba en los deportistas, bailarines y pilotos de carreras, quienes representaron la modernidad tras el final de la Primera Guerra Mundial.
Perspectiva del cuerpo se vuelve tema político
Fue en 1930 cuando la perspectiva del cuerpo se volvió más política debido a los regímenes totalitarios de Alemania y la Unión Soviética, quienes ponen el cine y la fotografía al servicio de la exaltación del cuerpo sano y joven del “nuevo hombre“.
Las seis secciones que componen esta muestra están organizadas por “sensibilidades y temáticas“, la cual, defiende esta disposición como una manera “libre y contemporánea de acercase a la fotografía“.
¿Qué obras podremos ver en el MoMA?
El retrato objetivo, alejado de un formato psicológico, marca otra tendencia de esa época, como sucede en la obra de Florence Henri, que retrata a su colega Lucia Moholy-Nagy centrada más en la textura y la materia que en la expresión.
La obra “El hombre y el sueño“, del alemán Herbert Bayer, representa uno de los autorretratos surrealistas de la primera mitad del siglo XX con una versión de sí mismo en la que se amputa una parte de su cuerpo.
La naturaleza cierra esta exhibición en el MoMA de la mano del alemán Karl Blossfeldt, autor que trata los motivos vegetales para adentrar al espectador en un paisaje “onírico, que se acerca mucho al sujeto fotografiado”, comenta Ponsa.