En la conquista de México, la Malinche es considerado un personaje clave por su papel cómo traductora y diplomática durante la caída de México-Tenochtitlan, el 13 de agosto de 1521, y su relación con Hernán Cortés.
Margo Glantz – una de las mayores conocedoras de la Malintzin, Malinalli, Malinche o Doña Marina – señala a la Malinche como “un personaje absolutamente controvertido”.
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La Malinche fue una mujer náhuatl, originaria del actual estado mexicano de Veracruz.
“Era muy jovencita -entre 15 y 17 años -, sabía perfectamente náhuatl y maya y en muy poco tiempo aprendió español”, dijo Glantz.
Recordó que fue regalada a Cortés al pisar el nuevo territorio y posteriormente fue su traductora, su amante y la mujer que le llevó de la mano hasta la victoria sobre Moctezuma en Tenochtitlan.
Pero no fue sólo una traductora sino que “era una diplomática que ayudó a Cortés porque era intermediaria entre el mundo indígena y el mundo español”.
Malinche un símbolo de traición en México
Para Glantz en la historia de México, la participación de La Malinche destaca por el hecho de ser mujer.
“Es un personaje muy importante porque era mujer. La mujer en aquel tiempo se consideraba como un accesorio tanto para los españoles como para los indígenas”.
“Pero la Malinche sobresale en todos los sentidos”, expuso.
Cuando viene la independencia (1810) se consideró “como traidora y empieza a revertirse su imagen”.
Explicó que aproximadamente en 1950 “surge la fórmula del malinchismo como la capacidad, especie de traición, es decir, la Malinche es el símbolo de la traición”.
Después, a finales del siglo XX su figura “es reivindicada por las mujeres chicanas – mexicanas que viven en Estados Unidos-“.
“La consideran como una especie de precursora y la reivindican de una manera muy importante hasta convertirse en un personaje emblemático”.
En su investigación, Glantz recordó que pudo descubrir a “la Malinche histórica, a partir de las crónicas de la conquista y no me gusta ideologizarla, porque para mí lo más importante fue destacar su papel tal y como lo refiere Díaz del Castillo y muchos de los cronistas contemporáneos a Cortés”, indicó.
Omitida por Hernán Cortes
Sobre las crónicas de la conquista, Glantz explicó que investigó específicamente al cronista Bernal Díaz del Castillo y las Cartas de relación de Hernán Cortés.
“El de Díaz del Castillo es un libro maravillosamente narrado e importantísimo para la historia de México (…) entre las cosas que apuntó sobresale su relación con la figura de la Malinche y por eso fui construyendo un texto que correspondía a la visión que tenía Bernal de la Malinche, personaje fundamental para Cortés”, agregó.
La también novelista, ensayista y traductora recordó qué Cortes “no la menciona más que una sola vez en la Quinta Carta de relación”.
Porque a Cortés “lo único que le interesaba era demostrar que él era quién había conquistado”.
“Es evidente que Cortés era un personaje muy inteligente, con una estrategia muy lógica, pero él no lo hubiera hecho sólo”.
Este solo hecho, demuestra el valor de esta mujer, en la conquista de México, pues mientras la Malinche es sinónimo de traición en la lengua actual, en lo hechos históricos jugo un papel fundamental.