El ahora artista urbano, Spencer Elden, posó ante la cámara del fotógrafo Kirk Weddle hace 30 años para ser la portada de uno de los discos más famosos de la historia, Nevermind de la mítica banda de grunge: Nirvana.
Sin embargo, detrás de la portada hay una historia, Elden confesó que es extraño formar parte de una imagen tan icónica culturalmente porque, realmente, no tuvo nada que ver con ella, pues a él "nadie le pidió permiso" y además dijo estar resentido por que con dicha portada todos se han vuelto ricos menos él.
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"Todos los que participaron en el disco tienen toneladas y toneladas de dinero. Me siento como si fuera lo último del grunge. Vivo en casa de mi madre y conduzco un Honda Civic. Es difícil no enfadarse cuando oyes la cantidad de dinero que había en juego", dijo Spencer al diario The Guardian.
"Mi madre tiene una historia loca. Dice que, cuando era joven, tuvo una especie de visión de que su bebé iba a estar en todas partes y se cumplió", añadió.
La queja del protagonista de esta historia es porque la banda liderada por Kurt Cobain ha vendido más de 30 millones de copias desde su lanzamiento, y que la carátula se ha reproducido hasta la saciedad en todo tipo de productos y está, literalmente, en millones de hogares y varios lugares sin que él perciba un solo quinto.
"Mis padres sabían quiénes eran Nirvana, pero no estaban muy interesados en la escena grunge. Mi padre asistía en ese momento a la escuela de arte y sus amigos le pedían a menudo ayuda para sus proyectos. Así fue como su amigo Kirk le llamó y le dijo: \u2018¿Quieres ganar algo de dinero hoy y tirar a tu hijo a la piscina?\u2019. Mis padres me llevaron allí, al parecer me soplaron en la cara para estimular mi reflejo de inmersión, me sumergieron, me hicieron algunas fotos y me sacaron. Eso fue todo. Les pagaron 200 dólares y se fueron a comer tacos después", confesó Spencer Elden.
Luego de comer tacos, dijo a The Guardian, que él cree que el éxito de la portada se debió a su pene ya que muchos de los otros bebés eran niñas y hasta hace poco dijo que se sentía orgulloso de su hazaña acuática, incluso se tatuó el logo de Nevermind en el pecho, pero con el paso del tiempo ya no le gusta tanto debido a que no ha ganado nada con dicha portada en cuestión económica.
"Cuando voy a un partido de béisbol suelo pensar: \u2018Tío, probablemente todos en el estadio me han visto desnudo siendo un bebé\u2019. Siento que pasaron por encima de mis derechos como persona". Tampoco le ha sentado bien que ninguno de los dos miembros supervivientes de la banda, Dave Grohl y Krist Novoselic, hayan contactado con él", finalizó.