Puntual y con una eterna sonrisa, la “Diva de América”, como se conoce a la cantautora mexicana Ana Gabriel, cantó el pasado martes, por cuarta vez en su carrera, en el Festival de Viña del Mar, donde encandiló con su romanticismo a sus más fieles seguidores y pidió “orar” por Chile.
Con un vestido negro con flores estampadas y ante el totalmente entregado público del anfiteatro de la Quinta Vergara, la artista, de 64 años, comenzó con “Destino”, tema incluido en su disco “En vivo”, de 1990, un repertorio que navegó entre la balada y la canción tradicional mexicana.
Tenso momento en #Vina2020: Ana Gabriel pide que las “cosas vuelvan a establecerse”, hace una oración por Chile “para que se arregle” porque “cayó en las garras de unos pocos”; “amigos chilenos, no se dejen”. pic.twitter.com/UyhiOARnx2
— Raúl Álvarez M. (@AlvarezMalebran) February 26, 2020
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“Ayer fue la noche de las mujeres. Hoy son de los recuerdos. ¡Y no porque seamos viejas!”, dijo la intérprete antes de recibir un “¡nooo!” rotundo de su público, durante la 61 edición del festival chileno, que se extenderá hasta el viernes próximo.
Al término de cantar con su inimitable voz rasgada, su tema “Mar y Arena”, María Guadalupe Araujo -su nombre real-, agarró una bandera de Chile con la mano y lanzó un extenso discurso.
“Viendo la situación de mi país, viendo la situación que continúa en esos países tan hermosos como Venezuela, Nicaragua, Honduras, se me llenó el alma de una tristeza tan grande de ver a mi Chile de esta manera”, comenzó diciendo al terminar la cuarta canción de la noche, con una bandera del país austral en la mano.
Tras sus presentaciones en 1992, 1995 y 2014, Ana Gabriel desembarca de nuevo en Viña en un delicado momento para Chile, donde hace cuatro meses se produjo un estallido de protestas en las calles que claman por cambiar el modelo socioeconómico del país para lograr mayor igualdad social, y contra el Gobierno del conservador Sebastián Piñera.
La mexicana se mostró tajante: “Espero que las cosas vuelvan como lo tenía yo siempre en mi alma”.
“No me gusta la política pero tampoco acepto que le hagan daño a los pueblos. No lo puedo aceptar, como no acepto lo que está pasando en México“, confesó, y pidió “orar” para que “se arregle Latinoamérica“. “Porque realmente el ultimo país que yo pensé que fuera a caer en las manos y garras de algunos pocos, cayó”, sentenció.
“Así es que amigos chilenos, no se dejen. Recemos por este país”, concluyó ante un público que gritaba fuerte la consigna “Chile despertó”.
Los gritos de “¡ídola, ídola! por parte del “monstruo” -como se conoce al público del festival- se mezclaron con los carteles con mensajes de apoyo a la mexicana y los regalos que sus seguidores empezaron a darle desde la primera fila. “¿Esto no es política verdad?”, preguntó al ver las pancartas.
Con “Quién como tú”, uno de sus principales hits, “Simplemente amigos”, que cantó cubierta con la bandera de Chile, y “Ay! amor”, ya se iba respirando el final definitivo, que llegó con “En la oscuridad”, que apagó, al menos por el momento, el periplo de Ana Gabriel en su amada Viña del Mar.