Los 17 latinoamericanos que han sido galardonados con el Nobel en diversas disciplinas cuentan desde este jueves con un museo en Buenos Aires que reconoce su trayectoria y el legado que han dejado. La Casa de los Premios Nobel Latinoamericanos, que fue inaugurada hoy en un acto al que asistió el presidente argentino, Alberto Fernández, está en el barrio capitalino de San Telmo, en un edificio cedido por el argentino Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980, a la Universidad de Buenos Aires (UBA), que está a cargo de la administración del museo.
Según informaron fuentes oficiales, el nuevo espacio tiene como objetivo exhibir la obra y atesorar condecoraciones, obras de arte y archivos de los 17 premios Nobel que tiene América Latina. Además se desarrollarán allí actividades educativas vinculadas a los derechos humanos.
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“Los premios Nobel son personas que nos llenan de orgullo. Todos (los galardonados argentinos) pasaron por nuestra Universidad (de Buenos Aires) y en cada uno de ellos hay un modelo a seguir de vocación científica, de dedicación al derecho, a la búsqueda de paz e igualdad”, destacó Fernández durante la ceremonia de inauguración.
En el acto estuvieron presentes el propio Adolfo Pérez Esquivel y familiares de los otros cuatro argentinos laureados: Carlos Saavedra Lamas, Nobel de la Paz en 1936; Bernardo Houssay, Nobel en Medicina en 1947; Luis Federico Leloir, Nobel de Química en 1970, y César Milstein, Nobel en Medicina en 1984.”Los premios Nobel son modelos para todos nosotros. Pasa el tiempo y siguen siendo nuestro orgullo”, afirmó el jefe de Estado, quien agradeció a Pérez Esquivel “por su generosidad, su permanente entrega y su humildad”.
El mandatario recordó que en el edificio que ahora alberga este museo “fue la casa de la resistencia” donde Pérez Esquivel estuvo “combatiendo y pidiendo por la libertad y por los derechos de los perseguidos por la dictadura” que gobernó Argentina entre 1976 y 1983. La casa, construida en 1875, fue el lugar donde comenzaron a concentrarse las distintas iniciativas humanitarias y propuestas que Pérez Esquivel impulsó junto a diversas organizaciones sociales y religiosas y durante los últimos años ha sido la sede del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), organización de derechos humanos con presencia en varios países latinoamericanos.
“Adolfo nunca cesó en esa lucha y hoy va mucho más allá: lucha por la reivindicación del ser humano; para devolverles a todos y a todas la dignidad que el ser humano merece”, recalcó el presidente. En el acto, Pérez Esquivel, de 89 años, dijo estar “muy contento” por la inauguración de este espacio que anhelaba como un “sueño”.
“Quería que esto vuelva al pueblo, y nada mejor que a la Universidad de Buenos Aires; ustedes son los custodios de lo que voy a hacer entrega”, dijo el Nobel de la Paz 1980. Además de los argentinos, también fueron galardonados con el Nobel los escritores chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971), los colombianos Gabriel García Márquez (Literatura, 1982) y Juan Manual Santos (Paz, 2016) y el costarricense Óscar Arias Sánchez (Paz, 1987).
También integran la lista los guatemaltecos Miguel Ángel Asturias (Literatura, 1967) y Rigoberta Menchú (Paz, 1992); los mexicanos Alfonso García Robles (Paz, 1982), Octavio Paz (Literatura, 1990) y Mario Molina (Química, 1995); el peruano Mario Vargas Llosa (Literatura, 2010) y el venezolano Baruj Benacerraf (Medicina, 1980).