Como un hecho histórico que antecedió al Movimiento del 68, Rodrigo Moya retrata, en los años 50, la precariedad y el descontento social que en México originó la devaluación del 44 por ciento lo que equivalía a que el tipo de cambio de 8.65 pasaba a 12.50 pesos por dólar.
Como parte de su exposición México/periferias en el Centro de la Imagen en la Plaza de La Ciudadela, el fotógrafo muestra impresiones de los grupos de estudiantes, profesores y trabajadores que se manifestaban en ese entonces contra los incrementos de precios.
Para los años 60, cuando ya formaba parte del Partido Comunista, registra las marchas que se realizaron en contra de la intervención de Estados Unidos en Cuba y Vietnam.
Este trabajo es el resultado de un proceso de investigación de un archivo personal del también periodista, en el que se seleccionó el material que muestra la periferia que además de ser un lugar físico, es metafórico; "eso que queda cuando entra la modernidad, la otra realidad", la gente que se queda justo en los márgenes de las periferias, los cinturones de pobreza”, explicó la curadora de la exposición Laura González-Flores.
En tanto que Rodrigo Moya refiere que su trabajo siempre ha sido totalmente humanista y realista, y que lo que más le ha impactado son los logros de la gente a pesar de sus adversidades, su forma de vivir y los niños. "Siempre que salgo de mi casa, el mundo es una sorpresa".
En esta muestra, Rodrigo Moya realiza una reflexión con una fotografía de 1999, en la que deja claro que algún día tendrá que explicarse detalladamente algo: "Debo aclararme por qué me retiré de la fotografía, causas económicas, frustración política, el desgaste de mi alma revolucionaria por la falta de acción, la pobreza, la inmensidad del mar que me fue atrayendo y al fin me engulló".