El actor mexicano Demian Bichir, quien visitó su país natal para promocionar “La monja” (The Nun), quinta entrega del universo cinematográfico de “El conjuro”, reconoció que no es alguien religioso pero sí cree en las energías de las personas y lugares.
Bichir interpreta al “Padre Burke” en la nueva película de Corin Hardy que se estrenará a nivel mundial el 7 de septiembre. Será un sacerdote con un pasado tormentoso que no pierde la fe y que deberá sostener una nueva batalla contra espíritus malignos.
Para dicho personaje, reconoció que no le costó trabajo ya que no es la primera vez que encarna a un padre, además de que creció en una familia católica, aunque precisó, no continuó con esas creencias.
“Sólo creo en las cosas tangibles, en las que podemos analizar, que la ciencia prueba y apoya. Y creo en la energía, hay energía de la gente que vivía en un lugar y la sientes”, destacó en el “junket” internacional que se realizó en el exconvento del Desierto de los Leones, en México.
Esa misma energía, aseguró, estuvo presente durante el rodaje de “La monja”, pero negó haber tenido alguna experiencia paranormal, algo que suele pasar en la filmación de alguna película de terror.
“Cuando fuimos a Rumania estaba ese castillo fantástico en donde Bram Stoker se inspiró en (los libros de) ‘Drácula’. Cuando estás ahí tú sientes esa energía, sabes que algo pasó ahí, que hubo personas.
“Yo crecí en Tlatelolco, un lugar muy importante de México y ahí hay una energía muy pesada por los eventos que ocurrieron ahí, la llegada de los españoles, el movimiento del 68, el terremoto del 85, en fin”, recordó.
Por otra parte, Bichir confesó que es una persona a la que no le gusta el terror, por lo que vio “La monja” en partes (se tapaba y destapa los ojos). Durante la filmación todo fue diferente. “Lo disfruté mucho y estoy muy contento de haberlo hecho”.
Admitió que hubo una escena que le dio miedo, ya que queda enterrado “muy profundamente, sabía que no iba a ser fácil salir, estoy bien con espacios pequeños, pero creo que esa es una de las grandes pesadillas de todos, ser enterrado vivo”.
“El tiempo que estás ahí realmente es doloroso y mentalmente muy dramático. La escena la tuvimos que hacer en tres diferentes tiempos, en tres o dos días, y estoy contento de que se vea de manera terrorífica”.
“La monja” está ambientada en los años 50. El extraño suicidio de una hermana religiosa llama la atención del Vaticano, que le da el caso al padre “Burke” para investigar lo sucedido. En esta travesía el sacerdote estará acompañado de la “Hermana Irene”, una novicia que está a punto de hacer sus votos.
“Todos los elementos que te rodean ayudan, el lugar, la energía, la utilería, todo. Hay veces que no es tan fácil y cuesta trabajo entrar en el papel y la época, pero esta vez no fue así, hay una gran producción detrás, tuvimos suerte porque tuvimos el mejor equipo, una gran producción y un gran lugar”, destacó Demian.