Harvey Weinstein se apresta a declararse no culpable este martes de las acusaciones de violación y agresión sexual en su contra, en el arranque de una pelea judicial emblemática para el movimiento #MeToo, que sueña con verlo tras las rejas.
El productor de Hollywood caído en desgracia es esperado en una corte de Manhattan a las 10H00 locales. Un juez le leerá su acta de acusación.
Aunque solo dos mujeres son mencionadas en la acusación en el ámbito penal, más de un centenar afirmaron desde octubre haber sido acosadas sexualmente por Weinstein a lo largo de varias décadas. Esto convirtió al antes superpoderoso productor de cine y televisión en un catalizador del movimiento #MeToo y en uno de los peores depredadores sexuales de la historia reciente de Estados Unidos.
La fiscalía no ha divulgado la identidad de las acusadoras.
Según el abogado de Weinstein, Ben Brafman, la demanda por violación involucra a una mujer que durante una década tuvo una relación consentida con Weinstein, pero esta información no ha sido confirmada.
La inculpación por felación forzada proviene de Lucia Evans, una consultora de marketing que en 2004 soñaba con ser actriz y que en octubre pasado contó su historia a la revista The New Yorker.
Su relato es similar a muchos otros testimonios de famosas actrices como Ashley Judd o Gwyneth Paltrow, y sobre todo de jovencitas desconocidas que esperaban que el productor las convirtiera en estrellas.
Evans relató que Weinstein le prometió un rol en su programa para aspirantes a modelo “Project Runway”, antes de obligarla a practicarle sexo oral. Luego el productor continuó la jornada como si nada hubiese sucedido.