El movimiento #MeToo ha llegado a Bollywood, un año después de que sacudiese los cimientos de Hollywood, con crecientes denuncias de abusos sexuales desde que una actriz prendiera la chispa hace dos semanas con su testimonio de una agresión ocurrida en 2008.
Las denuncias de casos de acoso se han multiplicado en la red social Twitter, como ocurrió el año pasado tras la revelación de los escándalos de Harvey Weinstein en Estados Unidos, y han provocado hoy la reacción de una ministra, el ultimátum de un influyente actor y la renuncia de dos conocidos cómicos.
Tanushree Dutta, actriz india / EFE
La actriz denunció que Patekar le tocó de forma “indecente e innecesaria” con el pretexto de enseñarle unos pasos de baile, lo que le hizo sentirse “ultrajada”, según declaraciones de Dutta recogidas por la agencia PTI.
Nana Patekar, actor / EFE
La acusación no es nueva: Dutta denunció el caso por escrito ante la Asociación de Artistas de Cine y Televisión (CINTAA, en inglés) y Patekar negó públicamente los hechos.
A diferencia de hace diez años, el caso de la actriz ha ganado ahora impulso en las redes sociales y en los medios de comunicación, y la CINTAA afirmó en un comunicado el 2 de octubre que el organismo no actuó de forma apropiada y que la acusación de agresión sexual “ni siquiera fue abordada”.
Tanushree Dutta, actriz india / EFE
Patekar reafirmó su inocencia durante una rueda de prensa, en la que dijo que “lo que era verdad hace diez años lo sigue siendo ahora, y continuará siéndolo mañana también”.
La crítica de cine india Anupama Chopra reconoció a Efe que la llegada del movimiento feminista estaba “pendiente desde hace mucho tiempo” en el país asiático.
“Tanushee Dutta se quejó hace diez años y no pasó nada, pero claramente y por suerte ahora vivimos en una época diferente”, dijo Chopra, “muy muy contenta” por ver a las mujeres dar la cara para denunciar a sus agresores.
En una suerte de efecto dominó, la acusación de Dutta ha hecho surgir nuevas denuncias en las redes sociales y ha sacado a la luz otras antiguas que habían pasado desapercibidas.
Una empleada de la productora Phantom Films acusó en 2015 de agresión sexual al director Vikas Bahl, socio en esa compañía, y el pasado sábado denunció la impunidad del cineasta en la edición india del Huffington Post.
El actor Hrithik Roshan, uno de los rostros más conocidos del país y partícipe en un film todavía no estrenado dirigido por Bahl, dio un paso al frente y pidió a los productores evaluar las acusaciones y actuar con “severidad” si son ciertas.
“Es imposible para mí trabajar con una persona si él o ella es culpable de una conducta tan grave”, afirmó Roshan en Twitter, por el momento el único gran actor masculino en haberse pronunciado.
Más allá del cine, el colectivo de humoristas afincados en Bombay “All India Bakchod” (Los charlatanes de la India) se ha visto obligado a suspender de forma temporal a dos de sus miembros fundadores y ha retirado todos los vídeos de un cómico acusado de acosar a varias mujeres en internet, incluida una menor.
“All India Bakchod” informó de la retirada de dos de sus integrantes en un comunicado, aunque sin especificar los motivos.
El #MeToo también ha sacudido al mundo del periodismo y, según el canal de televisión indio NDTV, el redactor jefe del diario Hindustan Times, Prashant Jha, ha dimitido después de que una compañera de trabajo le acusase de acoso.
Chopra subrayó que no basta con que las denuncias de agresiones sexuales sacudan las redes sociales.
“Tiene que tener una consecuencia real para los hombres que piensan que se pueden salir con la suya. Claramente ya no es el caso, así que se están produciendo consecuencias en la vida real, y eso es una muy buena noticia”, resumió la crítica de cine.