El cineasta mexicano Arturo González Villaseñor espera que su documental “Llévate mis amores”, acerca de “Las patronas”, las mujeres que asisten a los indocumentados en su travesía hacia Estados Unidos, sirva para que los inmigrantes dejen de ser vistos en este país solo como “números”.
El documental se presentará mañana, 16 de enero, en las instalaciones de United Methodist Church en Green Valley, Arizina, gracias a la colaboración entre el Consulado General de México, la organización Border Community Alliance y el Comité de Arte y Cultura de Nogales.
“Me parece importante que la película se proyecte en Arizona, uno de los estados que más criminaliza al migrante por parte de las políticas estadounidenses, es sumamente importante que se pueda dialogar en público sobre esta problemática y dejar de verlos como cifras y números”, dijo a Efe el director cinematográfico.
González Villadeñor grabó durante cuatro años a las mujeres originarias del poblado Guadalupe (La Patrona), en Veracruz (México), que asisten a migrantes centroamericanos que afrontan los peligros del tren “La Bestia” al cruzar por México camino de Estados Unidos.
Las críticas del director no son todas para la administración estadounidense por “criminalizar” a los inmigrantes.
También condena la indiferencia de las instituciones mexicanas hacia los centroamericanos que se adentran en el país sorteando peligros para lograr alcanzar el “sueño americano”.
“Se relaciona al migrante con actividades delictivas, que proviene de grupos criminales, los tachan de rateros, que van a Estados Unidos a quitar los empleos, me parece algo totalmente absurdo, con total falta de humanismo”, subraya.
“Nosotros como mexicanos exigimos los derechos en los Estados Unidos y al final se cometen los mismos abusos en México hacia los migrantes centroamericanos. Se quejan de las políticas estadounidense y hacemos lo mismo y a veces hasta peor, porque son secuestrados, extorsionados, violan a las mujeres, no solo el narcotráfico, sino las mismas instituciones están involucradas en los abusos”, describió.
González Villaseñor recordó que durante los cuatro años que grabó el documental, que fue estrenado en el 2014, las “patronas” le enseñaron el verdadero valor de la vida.
“La gente que menos tiene, cuando a cosas materiales nos referimos, es la que más aporta, busca dar lo que ellas pueden llegar a carecer. Descubrí esa parte que tiene que ver con el desprendimiento de las cosas materiales, estamos atados al consumismo, pero la felicidad está en otras cosas”, afirma.
En el documental se puede apreciar como “Las patronas” cocinan durante horas kilos de arroz, pollo, frijoles o lo que tengan a la mano, para después correr hasta las vías cuando les avisan que el tren está cerca.
Sorteando obstáculos se acercan lo más posible a la imponente maquina para lanzar botellas de agua y porciones de comida envueltas en bolsas, el único sustento con el que cuentan los migrantes después de pasar días montados sobre el tren.
“Su labor es muy noble, no es fácil pararse frente a una máquina que pesa cientos de toneladas y que impone muchísimo, hay que tenerle respeto. Nunca subimos a filmar arriba del tren por el respeto a los migrantes que se juegan la vida y muchos mueren en su camino, siempre filmamos desde abajo”, explicó.
“Las patronas” quienes merecieron el Premio Nacional de Derechos Humanos en México en el año 2013, continúan con su labor de ayudar a los inmigrantes y, aparte de comida, les brindan refugio, los asisten en los hospitales y los canalizan con las autoridades migratorias cuando requieren regresar a su país.
Cuando se estrenó el documental, Guadalupe González Herrera, una de estas mujeres, dijo que comenzaron haciendo unos quince almuerzos para dárselos a los inmigrantes y llegaron a hacer hasta 60 kilos de arroz y fríjol, pues pasan unos “120 migrantes diarios”.
Estas mujeres, “muy apegadas a las creencias católicas”, se dieron cuenta que “realmente llevar la palabra de Dios tiene que ser a través de las acciones, no nada más hincarte frente a una imagen”, indicó González,
Arturo González Villaseñor actualmente se encuentra trabajando en su nuevo filme, “Semillas de pólvora”, que narra la historia de Antonio del Conde, quien apoyo a Fidel Castro desde México para iniciar la Revolución cubana.