La isla de Okinoshima, uno de los lugares más sagrados de Japón, representa un “valor universal excepcional” para la Humanidad, pese a que su acceso está prohibido a las mujeres, consideró este domingo la Unesco.
El Comité del Patrimonio Mundial de esta agencia de la ONU, reunido en Cracovia, Polonia, la inscribió en su lista de sitios culturales más preciosos del planeta.
Yendo incluso más allá de las recomendaciones de su órgano consultivo, Icomos, extendió este honor al conjunto del complejo de templos de Munakata Taisha, que incluye otros sitios, como había propuesto Japón.
La isla sólo recibe visitantes exteriores una vez al año, el 27 de mayo: 200 hombres que deben previamente realizar abluciones en el mar. El resto del tiempo, sólo vive allí un sacerdote shintoista.
Algunos de los participantes en el debate de la Unesco se preguntaron si la prohibición de acceso a Okinoshima para las mujeres es discriminatoria, pero el Comité respondió que existe un precedente, el del monte Athos en Grecia, también prohibido a las mujeres.
El gobierno japonés se congratuló inmediatamente de la decisión de la Unesco.
El ministro de Relaciones Exteriores, Fumio Kishida, subrayó en un comunicado que la isla, “única y preciosa”, ha sido desde tiempos muy antiguos un lugar de intercambio con el extranjero y que recoge numerosos objetos que lo demuestran.