El filósofo polaco Zygmunt Bauman, mejor conocido como el padre de la “modernidad líquida”, falleció hoy a los 91 años de edad en la ciudad inglesa de Leeds.
Bauman fue uno de los sociólogos más influyentes del siglo XX, filósofo y ensayista que emigró de su natal Polonia a Inglaterra en los años 70 tras ser expulsado del Partido Comunista.
El filósofo de origen judío fue profesor emérito de la Universidad de Leeds, donde impartió la cátedra de sociología y numerosas conferencias sobre la humanidad.
Una de las últimas entrevistas que otorgó fue en 2016 a Al Jazeera en la que reflexionaba sobre los eventos mundiales, como la crisis de refugiados en Europa y las elecciones presidenciales.
“En cada nivel de la vida humana tienes la misma situación. Incertidumbre”, señalaba.
En las redes sociales, el exdirigente del izquierdista Partido Laborista, Ed Miliband, afirmó este lunes que Bauman fue un hombre de “extraordinario intelecto y profunda compasión que creyó en la humanidad”.
Fue el mismo Bauman quien afirmó que “las redes sociales son una trampa”, durante su participación en Burgos, España, en el Foro de la Cultura, según publicó el diario español El País.
Su obra, que comenzó en la década de 1950, abarca los conceptos de posmodernismo, socialismo, modernidad, consumismo y globalización.
El catedrático desarrolló el concepto de “la modernidad líquida” en la que señaló que el capitalismo globalizado estaba acabando con la solidez de la sociedad industrial.
El experto examinó desde la sociología cinco conceptos básicos en torno a los cuales ha girado la narrativa de la condición humana: emancipación, individualidad, tiempo/espacio, trabajo y comunidad.
Bauman recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010 junto con el también sociólogo francés Alain Touraine.