Si alguna vez has recibido una llamada insistente o incluso intimidante para que pagues una deuda, es probable que haya sido de un despacho de cobranza. Estos despachos actúan como intermediarios entre las empresas que otorgan créditos y los consumidores, pero eso no les da derecho a acosarte o violar la ley.
En su edición de junio 2025, la Revista del Consumidor de Profeco explica qué pueden y qué no pueden hacer estos despachos, y lo más importante: cuáles son tus derechos frente a ellos.
¿Qué es un despacho de cobranza y cómo funciona?
Un despacho de cobranza es una persona física o moral que actúa como intermediaria entre una entidad comercial (como bancos o tiendas departamentales) y un consumidor con deuda. Su propósito es negociar o reestructurar pagos atrasados de créditos, préstamos o financiamientos.
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Aunque su labor es legal, no tienen poder judicial ni pueden actuar fuera de la ley, y deben respetar ciertas normas estrictas en su trato contigo.
¿Qué prácticas están prohibidas?
Profeco deja muy claro que hay límites que estos despachos no deben cruzar. Entre las acciones prohibidas están:
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- Dirigirse a personas distintas al deudor, como familiares o compañeros de trabajo.
- Realizar llamadas telefónicas o visitas domiciliarias entre las 22:01 y las 6:59 horas.
- Usar lenguaje ofensivo, acosador o intimidante.
- Colocar carteles en tu domicilio o lugar de trabajo.
- Hacerse pasar por representantes judiciales.
- Difundir públicamente la existencia de la deuda.
- Ocultar su identidad usando números como “privado”, “confidencial” o “no disponible”.
¿Cuáles son tus derechos como consumidor?
Antes de que un despacho de cobranza inicie negociaciones contigo, debe cumplir con las siguientes obligaciones:
- Proporcionar una constancia que compruebe que efectivamente existe una deuda.
- Tratarte con respeto y contactarte solo de lunes a viernes, entre 7:00 y 22:00 horas.
- Informarte claramente quién lo contrató (nombre, domicilio y teléfono de la entidad comercial).
- Desglosar el monto total a pagar, incluyendo intereses, comisiones y fecha límite de pago.
- Entregar por escrito cualquier acuerdo relacionado con la reestructura del adeudo.
Conocer esta información te permite ejercer tus derechos y evitar abusos. Que no te espanten los despachos de cobranza: la ley te respalda, y si se pasan de la raya, puedes denunciar y exigir un trato digno.
