La imposición de aranceles del presidente de Estados Unidos (EUA), Donald Trump, podría ser “temporal”, pero si se mantiene por largo tiempo habría “incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros mundiales”; el consumo privado tal vez sería una solución para las economías domésticas debido que es la única variable que se encuentra bajo control de los gobiernos. “Promover los desarrollos de mercados internos podría generar cierta dinámica que quizá contrarrestarían, aunque no del todo, las posibles contracciones asociadas con los aranceles”, apuntó el director del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Armando Sánchez Vargas.
Durante los trabajos del Congreso Internacional de Economía Financiera y Administración de Riesgos, el académico alertó que las consecuencias se verían en el sector real (bienes y servicios), es probable que los aranceles reducirían, sobre todo, la inversión privada, el componente más dinámico en las economías del mundo. Si eso ocurre, habrá, obviamente, reducción del producto interno bruto (PIB) y del empleo, así como contracción de las exportaciones netas.
En los próximos meses nuestro país estará enfrentando la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, y ahí seguramente veremos hacia dónde irán las nuevas tendencias, apuntó.
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De acuerdo con el académico de El Colegio de la Frontera Norte, Jorge Eduardo Mendoza Cota, este vaivén de imposición de aranceles y amenazas para economías emergentes como la nuestra tiene efectos macroeconómicos. Esa política ha generado una incertidumbre que se relaciona con los riesgos y que afecta más allá de la inversión doméstica.
Otro grave problema que tenemos es que nuestra nación es una potencia exportadora que basa su dinamismo en la inversión extranjera directa, afirmó.
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Las amenazas de Donald Trump pueden analizarse a través del Economic Policy on Uncertainty Index, el cual muestra que cada vez que el presidente estadounidense ha hecho una amenaza de aranceles tiende a incrementarse el índice de incertidumbre de la política económica global.
Lo que hemos observado en México es una caída importante de las nuevas inversiones extranjeras directas. “Si lo vemos en términos de crecimiento trimestral anualizado, en el último trimestre de 2024 la tasa de crecimiento comparada con la de 2023 cayó en 45 por ciento. Lo que ha sostenido de manera importante a la inversión extranjera directa ha sido la reinversión de utilidades y las cuentas entre compañías que son préstamos entre empresas multinacionales”, dijo Mendoza Cota.
Al parecer, prosiguió, el diseño de la política de Trump es tener al sector de autopartes en México, y, por otro lado, tratar de evitar que sigan estableciéndose fábricas de producción de vehículos en la República mexicana. Esto nos habla de que existe un serio problema que se está generando en el sector externo de nuestro país y si esto permanece en el largo plazo, traerá una disrupción de las cadenas de suministro, lo cual afectará estructuralmente al comercio y, por ende, a los componentes del PIB.
Estamos ante una situación compleja, apuntó, que va a requerir de un plan ambicioso para tratar de contener estos cambios a nivel internacional, aunque de alguna manera están plasmados en el Plan México, el cual tiene varios aspectos que tratan de atacar esta problemática, concluyó Mendoza Cota.
