En el actual entorno empresarial, la transformación digital es necesaria. No es una mera tendencia pasajera sino una realidad irreversible que está redefiniendo la forma en que las empresas operan, innovan y satisfacen las necesidades de los clientes. Con esto en mente, un grupo de destacados expertos se reunió recientemente para discutir este fenómeno y proporcionar una visión sobre cómo las empresas pueden abordar la digitalización sin "morir en el intento".
El evento, organizado por David Adissi CEO y fundador de N.Technology, contó con la participación de ponentes de alto nivel como David Alatorre, Communications and Strategic Planning; Co-Founder - IKERI, Mercedes Bozas, Directora de Desarrollo de Negocios de Opinno, Edwin Moreno, representante en Me´xico de Exponential Organizations y Director de Innovación en MVS Capital, y Manuel Sandoval, li´der del Comite´ de Innovacio´n de la Asociacio´n Mexicana de la Industria de Tecnologías de Información (AMITI). Todos ellos reconocidos en sus respectivos campos por impulsar la transformación digital, tanto en México como en el extranjero.
Los ponentes coincidieron en que todas las empresas deberían considerarse como empresas de software, o al menos, de tecnología. Esta premisa se basa en el reconocimiento de que la digitalización no es simplemente sobre la adopción de nuevas herramientas tecnológicas, sino sobre la transformación de las prácticas comerciales y operativas existentes y, en última instancia, la creación de una "mentalidad de empresa de software" que pueda adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio desarrollando e implementando tecnología.
El proceso de digitalización, sin embargo, está lleno de desafíos. Entre ellos se encuentra la barrera de la información, el temor y la resistencia a la adopción de nuevas tecnologías, la falta de habilidades digitales y la dificultad de integrar nuevas tecnologías en procesos y sistemas existentes. Pero a pesar de estos obstáculos, los ponentes insistieron en que la transformación digital es una necesidad y no simplemente una opción u oportunidad.
Se destacó la importancia de la "transversalización digital", un proceso que implica cambiar la forma en que las empresas operan desde sus modelos comerciales hasta las formas en las que operan en su núcleo. En este proceso, es crucial entender la tecnología como un habilitador del propósito de la empresa y no como un fin en sí mismo. Por ello, la transformación digital debe ser vista como un habilitador para resolver problemas multidimensionales de la sociedad a través de la tecnología.
Uno de los temas recurrentes en el evento fue la importancia de la cultura -o el "código"- en la transformación digital. Una empresa puede adoptar todas las tecnologías avanzadas que existen, pero si su cultura es resistente al cambio, todas estas iniciativas serán inútiles. En otras palabras, todo empieza con el cambio cultural y luego se manifiesta en la sociedad.
En el camino hacia la transformación digital, las empresas también deben estar preparadas para la "abundancia" en lugar de la "escasez". En la era de la digitalización, lo que importa no es lo que posee una empresa, sino a qué tiene acceso. Esto significa que las empresas deben aprender a administrar la abundancia de información y oportunidades que brinda la tecnología digital, y usarla para generar valor para sus clientes y participantes en el proyecto.
Pero incluso con el mayor acceso a la tecnología, la verdadera transformación digital no está garantizada. Como señalaron los ponentes, simplemente digitalizar no significa necesariamente transformarse digitalmente. Se necesita una estrategia clara, una evaluación de la madurez digital de la empresa y un plan de acción que involucre a todas las partes de la organización. Parte importante de este proceso es la habilidad de aprender, desaprender y volver a aprender; una habilidad crucial en la era de la digitalización, donde la única constante es el cambio. A medida que las empresas implementan nuevas tecnologías, deben estar dispuestas a abandonar las viejas formas de hacer las cosas y adaptarse a las nuevas.
En resumen, la transformación digital es una revolución que está cambiando la forma en que las empresas operan; se trata menos de tecnología y más de adaptarse a un nuevo paradigma empresarial. Las empresas deben fomentar una cultura de innovación y colaboración, permitir la generación de ideas y la experimentación proporcionando a sus colaboradores las habilidades y herramientas necesarias para prosperar en el mundo del mañana.