La Michoacana es una de las paleterías y neverías más populares de México, ya que es muy común ubicar una en la mayoría de las ciudades del territorio nacional; sin embargo, tiene varios datos curiosos como que una de sus primeras sucursales abrió en Sinaloa, así como el misterio de quién es su dueño.
Una historia apunta a que todo inició en 1950 con los señores Roberto Andrade Godoy y Evelia Lázaro Ferrer en Tocumbo, Michoacán, de la mano de un pequeño carrito de paletas.
Sin embargo, establecieron su primer local cuando se mudaron a Sinaloa, según el sitio de su versión Premium.
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Pero hay otras personas que reclaman ser los verdaderos creadores. De acuerdo con otra página, este negocio se estableció en la década de los 30 justamente en Tocumbo.
La diferencia es que quien fundó la idea, según este relato, fue el señor Rafael Malfavón.
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En ese entonces, la paletería vendía sus productos a los locales con cajas de madera que él mismo había fabricado.
El asunto de quién es el verdadero dueño no termina ahí, pues existe otra página que reclama ser parte de los creadores.
En este caso, “Michoacana Ice Cream Shop” dice tener más de 30 años de experiencia en la industria del helado.
El encargado de esta idea fue Alejandro Andrade, un empresario que, de acuerdo con la historia de este emprendimiento, se ha encargado de fomentar el arte y la tradición heladera.
¿Quién es el dueño de La Michoacana?
Después de todo, queda la misma pregunta que al inicio. Sin embargo, la única empresa que cuenta con la imagen original de las heladerías es la que se fundó en la década de los 30 en Tocumbo con el señor Rafael Malfavón.
Incluso, “Ice Cream Shop” reconoce a esta como la verdadera. La diferencia recae en los modelos de negocio.
Por ejemplo, la “Premium” se ha establecido en Estados Unidos, mientras que la original en países latinoamericanos como El Salvador y Guatemala.
Fue en 1942 cuando se abrió la primera sucursal en la Ciudad de México, justo a un lado del Palacio de Lecumberri.
Poco a poco han integrado más productos como las aguas de sabor, nachos, chamoyadas, entre otros.
En 2016, La Michoacana “A pedir de boca” se integró como un nuevo modelo de negocio con el fin de proteger su identidad en todo América y Europa.