La gestión efectiva de las deudas es esencial para mantener una salud financiera sólida. Esto implica entender el tipo de deuda, negociar condiciones favorables siempre que sea posible y desarrollar estrategias para pagarlas de manera eficiente.
Para que tus finanzas estén sanas debes tener en consideración algunas claves sobre las deudas en las finanzas personales:
Tipos de Deudas:
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Deuda Buena vs. Deuda Mala: No todas las deudas son iguales. La deuda utilizada para invertir en activos que pueden aumentar su valor con el tiempo, como la educación o la vivienda, a menudo se considera "deuda buena". Por otro lado, las deudas asociadas con compras impulsivas o bienes de depreciación rápida pueden considerarse "deuda mala".
Deuda a Corto Plazo vs. Deuda a Largo Plazo: Las deudas a corto plazo suelen pagarse en un año o menos, como las deudas de tarjetas de crédito, mientras que las deudas a largo plazo, como las hipotecas, se pagan a lo largo de varios años.
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Gestión de Deudas: Un presupuesto sólido puede ayudar a controlar los gastos y asignar fondos para pagar deudas de manera efectiva. Pagar solo el mínimo en tarjetas de crédito puede llevar a una acumulación significativa de intereses. Es recomendable pagar más del mínimo para reducir la deuda más rápidamente.
¿En qué no debo endeudarme?
Ates de adquirir una deuda, toma un respiro y piensa si realmente es necesaria, es por ello que aquí te enumeramos algunas deudas que por ningún motivo debes adquirir si no tienes un buen manejo de tu presupuesto:
1.- Regalos costosos
El endeudamiento para comprar regalos pueden producir una sensación inmediata de bienestar, pero a la larga generan una presión financiera innecesaria. Si tus finanzas no están en condiciones de manejar la deuda, podrías encontrarte con dificultades para cumplir con los pagos y enfrentar consecuencias negativas, como degradación de tu historial crediticio o cargos por pagos atrasados.
Es importante evaluar si hay experiencias similares a las costosas pero más económicas. Si tienes deudas existentes o metas financieras importantes, como ahorrar para la educación o la jubilación, sería más sabio destinar tus recursos a esas prioridades antes de considerar regalos lujosos.
2.- Pagar viajes con la tarjeta de crédito
Utilizar la tarjeta de crédito para financiar tus vacaciones resulta en una deuda significativa que no puedes pagar rápidamente y al regresar de tus vacaciones tendrás que pagar durante meses o un año la experiencia que viviste.
La recomendación es explorar otras opciones financieras, como ahorrar con anticipación o considerar préstamos personales con tasas de interés más bajas, antes de recurrir a la tarjeta de crédito.
3.- Inversiones si eres principiante
Invertir como principiante conlleva ciertos riesgos que es esencial considerar y gestionar adecuadamente. La falta de comprensión sobre cómo funcionan los mercados financieros y los diferentes instrumentos de inversión puede ocasionar que pierdas todo tu capital.
Si aún así decides invertir toma en cuenta que las decisiones impulsivas basadas en emociones, como el miedo o la codicia, pueden llevar a errores de inversión. Mantener la calma y seguir una estrategia a largo plazo es esencial.
4.- Pago de recibos u otros gastos habituales
Hacer pagos a tiempo con tu tarjeta de crédito puede contribuir a construir y mejorar tu historial crediticio, siempre y cuando realices pagos puntuales y mantengas bajos tus saldos. Sin embargo, si no pagas el saldo total de tu tarjeta de crédito al final del mes, podrías incurrir en intereses, lo que aumenta el costo real de los servicios. Además, esto podría llevar a la acumulación de deuda si no controlas tus gastos.
5.- Llevar un estilo de vida que no corresponde de acuerdo con tus ingresos
Mantener un estilo de vida insostenible puede generar estrés financiero. La preocupación constante por las finanzas y la incapacidad de cubrir gastos esenciales puede afectar negativamente tu salud mental y emocional.
Algunas de las consecuencias de este tipo de deudas es el impacto en las relaciones personales, la falta de ahorro y planificación a largo plazo, presión para mantener las apariencias, entro otras.
Es fundamental crear un presupuesto mensual como base para mantener unas finanzas saludables. Este debe abarcar tus ingresos, gastos fijos y variables, teniendo en cuenta que los pagos de deudas se consideran dentro de los gastos fijos.