Martes y miércoles, los casi 6 mil 500 trabajadores sindicalizados de la fábrica General Motors en Silao, votarán en un momento histórico para derrocar a su sindicato.
Por más de 10 años estos, estos trabajadores se han sentido impotentes para exigir salarios más altos en la planta donde trabajan, pues su sindicato, según ellos, protege los intereses de la empresa sobre los suyos propios.
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Si los empleados rechazan en las urnas al actual sindicato podrían traer una nueva representación.
La votación es la primera prueba importante para las reglas laborales del tratado comercial TMEC, que rige desde julio de 2020 entre Canadá, Estados Unidos y México, y que reemplazó al TLCAN, que estaba vigente desde 1994.
Entre otras cosas, el TMEC busca fortalecer a los sindicatos y aumentar los salarios en el país latinoamericano, en parte para desincentivar el traslado de puestos de trabajo desde el vecino del norte hacia el otro lado de su frontera sur.
La planta de GM en Silao, ciudad del estado central Guanajuato, es un eje de la estrategia en camionetas pickup de la compañía en América del Norte y produjo alrededor de 339 mil unidades Chevrolet Silverado y GMC Sierra en 2019, más de un tercio del total de las 906 mil que comercializó la empresa.
Después de una votación inicial en abril en la planta que se vio empañada por problemas que incluían boletas destruidas, Estados Unidos presentó una queja bajo el “mecanismo de respuesta rápida” del TMEC y México acordó repetir el sufragio con observadores independientes y otras salvaguardias.
Sindicato garantiza un voto justo
El sindicato Miguel Trujillo López, que administra el contrato de GM Silao, aseguró que estaba comprometido a mejorar los derechos de los trabajadores y garantizar un voto justo.
“Tenemos que cuidar la transparencia, la certeza, la seguridad de que nuestros trabajadores voten libremente”, afirmó Tereso Medina, titular del sindicato, que forma parte de una de las organizaciones laborales más grandes de México, la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM).
General Motors será respetuoso con el resultado de la votación
“Estamos trabajando con Estados Unidos y México en apoyo del objetivo compartido de proteger los derechos de los trabajadores”, dijo la compañía a Reuters.
Si GM no cumple con las herramientas de aplicación laboral del TMEC, podría enfrentar aranceles del 25% en sus camionetas fabricadas en Silao.
Esteban Martínez, funcionario de la Secretaría de Trabajo que supervisa la implementación de una reforma laboral radical en México, dijo que GM desde abril ha sido más activo para garantizar un voto justo, requerido como parte de un esfuerzo nacional para eliminar los contratos cómplices entre empresas y sindicatos favorables a los negocios.
Además de distribuir copias del contrato sindical y 7 mil volantes educativos preparados por la cartera de Trabajo, GM elaboró \u200b\u200bun horario para permitir que todos los empleados voten durante sus horas laborales, permitió la entrada de observadores a la planta y buscado asegurarse que los gerentes no intenten influir en los trabajadores, dijo Martínez.
“Están poniendo muchísimo la lupa en sus ejecutivos para evitar que el personal de confianza de la empresa se involucre dentro del proceso”, dijo Martínez.
El sindicato Miguel Trujillo López fue acusado por algunos trabajadores, activistas y expertos de interferir deliberadamente para detener la votación de abril después de darse cuenta de que se encaminaba hacia la derrota, lo que ha negado.
La Secretaría de Trabajo no ha concluido quién fue el responsable de lo que describió como “graves irregularidades”.
A 4 meses de esta primera votación, los trabajadores de General Motors tendrán un histórico reencuentro para votar contra su sindicato y obtener mejores oportunidades laborales en la planta de Silao.