La Secretaría de Salud reportó este jueves la muerte de 4 mil 447 personas por Covid-19; y de acuerdo con el Consejo Mexicano de Empresas de Servicios Funerarios, sus servicios se han incrementado hasta 40 por ciento; aun cuando la saturación está focalizada en los crematorios públicos de la Ciudad de México y la zona metropolitana.
A pesar de haber mencionado que tenía síntomas, su jefe le pedía que siguiera trabajando, sin embargo, Gerardo Valdés, un día no pudo asistir a laborar, tenía dificultad para respirar y su familia recorrió 3 hospitales hasta que lo aceptaron en la Clínica 32 del IMSS, lamentablemente un día después murió a causa de Covid-19. "Gerardo no debía morir", dijo su hermana Socorro Valdés.
"Lo desesperante es que te pases todo un día sin saber qué necesita, sabiendo que tú lo metiste caminando y sale muerto\u2026 es una pesadilla".
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Socorro buscó una funeraria que le hizo los trámites, traslado y le explicó sobre la saturación de los crematorios.
"Llegué al crematorio, abrieron la bolsa, la verdad traían dos cuerpos más, está muy cabrón. Mientras esperaba, pasaron 5 muertos más".
Manuel Ramírez, director de la funeraria J. García López y del Consejo Mexicano de Empresas de Servicios Funerarios (Comesef), detalló que hay personas afuera de los hospitales, que abusando del dolor y necesitad inmediata de las familias, ofrecen realizar el servicio funerario por un cobro que inicia en 10 mil pesos y que pueden terminar hasta en 40 mil pesos.
"Están como buitres, como coyotes, abordan a la familia y le dicen le cobro 10 mil pesos, pero es Covid y entonces son 14 mil, y ahí empieza el viacrusis, sólo del servicio funerario, luego tienen que pagar más por urnas, traslado, acaban pagando más; el principal problema de los informales, es que usan crematorios públicos y dependen de los hornos de panteones públicos y sí están formados, claro por eso dicen que están saturados\u2026".
El representante del Consejo Mexicano de Empresas de Servicios Funerarios (Comesef), indicó que, si bien los servicios aumentaron hasta 40 por ciento, el problema principal, es que las funerarias que operan en la informalidad, no cuentan con hornos crematorios propios y utilizan las instalaciones públicas de los panteones y ahí es donde tiene que esperar incluso más de 24 horas en fila para poder utilizarlo, lo que se convierte en un foco de infección.
En este sentido, Daniel Maturano, técnico embalsamador, mencionó que los hornos crematorios trabajan 24 horas sin parar desde que se incrementó el número de muertos por Covid 19 y reconoció que algunas empresas informales no refrigeran los cadáveres; dejó entrever que podrían incluso meter dos cuerpos en una cámara de combustión.
"Empresas funerarias responsables sí rentan cajas de tráiler como cámaras de refrigeración donde van acomodando los cuerpos y ahí esperan, porque hay un orden y pueden esperar hasta 3 días. No sé si en otras empresas que trabajan en la ilegalidad hagan malas prácticas y metan dos cadáveres en la misma cámara de combustión”.
En este sentido, Roberto García Hernández, vicepresidente de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias de México (ANDF), reconoció que los crematorios operan en horarios extendidos hasta 10 cremaciones al día. "Antes se hacían 4 ó 5 cremaciones por día, hoy se hacen hasta 10 cremaciones por día, el reto para los crematorios es que operan largas horas de trabajo".
"Antes de hacían 4 o 5 cremaciones por día hoy se hacen hasta 10 cremaciones por día, el reto para los crematorios es que operan largas horas de trabajo".
Manuel Ramírez informó que la funeraria J. García Ramírez, realizó del 24 de marzo a la fecha, 422 servicios por Covid-19 declarado en las actas de defunción, de los cuales 280 fueron solicitados y pagados por particulares; y de éstos, 142 fueron solicitados bajo un acuerdo con la autoridad para realizarse de forma totalmente gratuita.
Las funerarias están obligadas a cumplir el protocolo y lineamientos de sanitización desde el hospital hasta el crematorio, así como de la seguridad de todo el personal que interviene en el manejo, traslado y disposición final de los cadáveres confirmados o sospechosos de Covid-19; también, deben cumplir las normas de bioseguridad y el uso del equipo de protección personal, además de realizar lavado de manos con agua y jabón después de la manipulación de los cuerpos para evitar contagios o esparcimiento del virus.
Y a fin de limitar riesgos por la concentración de personas en áreas pequeñas, la velación de cuerpos debe evitarse siempre que sea posible y debe solicitarse a familiares realizar la disposición final en forma inmediata, aunque es una situación complicada y dolorosa para los familiares de quien muere por Covid-19.