La secretaria de Energía, Rocío Nahle, destacó que México logró mantener su postura en la reunión de países miembros de la OPEP e invitados de bajar su producción sólo en 100 mil barriles diarios de petróleo, gracias a “un acuerdo político” entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y el mexicano Andrés Manuel López Obrador.
“Fue un acuerdo político porque a Estados Unidos también le interesa estabilizar el precio del petróleo, pero fue a cambio de nada, a lo mejor el día de mañana haya alguna colaboración con Estados Unidos, no sé, pero en estos momentos está en el centro estabilizar los precios del petróleo”, dijo la funcionaria.
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En una entrevista difundida en YouTube, descartó que México haya dejado una mala imagen en la reciente reunión virtual entre los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) más otras naciones invitadas, “porque así son estás negociaciones”.
“Ahora, en este año y medio del gobierno del presidente López Obrador, hemos hecho un esfuerzo económico y humano para detener la caída en la producción petrolera y estabilizarla y el presidente se lo explicó a Trump.
“Y en la plática se dijo que México podía con 100 mil barriles y Estados Unidos que había planteado disminuir 1.5 millones de barriles dijo que agregaría 250 mil barriles más para compensar lo que México no podía”, detalló.
“Hoy se habló en el G-20, porque hoy tuvimos la conferencia y la reunión ministerial de energía del G-20, en donde se habla reducir la producción en otros cuatro millones de barriles de petróleo.
“Entonces estaríamos hablando y ojalá que se logre reducir en total 14 millones de barriles diarios la producción de petróleo en los próximos dos meses, mayo, junio, lo que va a estabilizar el mercado petrolero en estos momentos en que no hay una gran demanda y hay una sobreoferta de petróleo”, subrayó.
Descartó que México haya dejado una mala imagen en la reciente negociación de la OPEP como, a su juicio, sí lo hicieron Rusia y Arabia Saudita en la reunión de marzo, cuando no llegaron a un acuerdo para recortar la producción y se levantaron de la mesa, incluso incrementaron su producción lo que ocasionó el derrumbe de los precios del petróleo.
En contraste, México siempre manifestó que estaba dispuesto a cooperar de acuerdo con sus capacidades y llegó con una postura de disminuir su producción en 100 mil barriles diarios, misma que mantuvo.
Nahle refirió que en este momento, por la crisis sanitaria en casi todo el mundo, el consumo de combustible ha disminuido drásticamente, por lo que se propuso que todos los miembros de la OPEP y demás países disminuyeran su producción en 23 por ciento, para sumar un recorte de 10 millones de barriles de petróleo diarios.
México estuvo de acuerdo en disminuir su producción de acuerdo con su capacidad extractiva y su plan de negocios, por lo que puso en la mesa su postura de disminuir su producción en 100 mil barriles diarios, y dijo que no podía bajar su extracción en 400 mil barriles, equivalente al 23 por ciento de su producción.
Explicó que en años pasados México estaba cumpliendo con el 300 por ciento de la cuota de reducciones de la OPEP, porque el país tenía una disminución acelerada de inversiones en el sector de energía y venía en declive la producción petrolera mexicana.