El estancamiento de la inversión pública en el país representa una limitación para el crecimiento económico y el avance en materia de competitividad, alertó el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República.
Un estudio de la Dirección General de Finanzas del organismo, agregó que entre 2009 y 2018, prácticamente en la última década, la inversión pública cayó 39.7 por ciento en términos reales, lo que significa una caída de 6.0 por ciento a 2.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
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El análisis titulado "Relevancia de la Inversión Pública en México", planteó que el crecimiento del país depende en parte relevante, de la disponibilidad de infraestructura de calidad que a su vez, favorece la productividad, eficiencia y competitividad económicas.
Refirió que la inversión en infraestructura, en especial la proveniente del sector público, es central para mantener la dinámica en la economía interna.
Señaló que el país se ubica en el lugar 51 de 138 en el Índice de competitividad global (ICG) 2017-2018, emitido por el Foro Económico Mundial.
Añadió que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) también ha identificado un bajo crecimiento económico no solo en México, sino en Latinoamérica, lo que se asocia a la limitada provisión de servicios de infraestructura.
Expuso que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inversión pública, que en 2009 era de 6 por ciento del PIB, cayó a 2.8% del PIB a finales de 2018.
El estudio anticipó que dicha tendencia se mantendrá, en vista de que la inversión pública al arranque del 2019 no se ha incrementado, por el contrario, va en declive.
Como punto de referencia, apuntó que el sexenio pasado, la meta prevista en el Plan Nacional de Infraestructura se cumplió en 74 por ciento y en el arranque de la presente administración, va a la baja.