A unas horas de que se venza el plazo del Acuerdo de Suspensión del tomate que fijó el Departamento de Comercio estadounidense, con el cual se evita que productores mexicanos paguen aranceles de 17.5 %, la titular de la Secretaría de Economía (SE), Graciela Márquez, consideró que se debe negociar un nuevo convenio entre Estados Unidos y los exportadores nacionales de este producto.
En breve entrevista posterior a la firma de convenio entre la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria y el gobierno capitalino, la funcionaria federal advirtió que la imposición de aranceles no solo afectaría a los productores mexicanos de tomate toda vez que también pegaría a los consumidores estadounidenses.
De igual forma, recordó que hoy podría haber un pronunciamiento al respecto del gobierno del país vecino del norte.
"Lo que estamos habiendo es un llamado para que continúe el trabajo pese a la suspensión del acuerdo, es decir, la suspensión del acuerdo no implica que siga negociando a futuro un nuevo acuerdo, unos nuevos términos de acuerdo, y que los productores de tomate reciban propuestas para una nueva relación, porque también estamos seguros que la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas de tomate va a impactar en los anaqueles de los supermercados estadounidenses", declaró.
Márquez Colín expresó su confianza en que existen las condiciones necesarias para que se lleve a cabo una negociación que ofrezca una solución a largo plazo y seria, sin que haya temor como el que se presentó en los años 90 respecto a los estudios de daño que se hicieron al tomate mexicano.
Y es que recordó que Estados Unidos no produce todo el tomate que consume, por lo que México constituye su principal fuente de abasto.
De acuerdo con productores mexicanos de tomate, la venta de este producto en la Unión Americana representa el 90% de su mercado, además de que uno de cada 2 tomates que se consumen en ese país es mexicano y se generan divisas por 2 mil millones de dólares.