El sector automotriz mexicano quedó blindado de posibles aranceles impuestos por Estados Unidos a través de una carta adjunta al TLCAN, informó este jueves el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
“La negociación del TLCAN (NAFTA, en inglés) garantiza el libre comercio; no hay ningún tipo de restricción cuantitativa, comercio administrativo ni cuotas. Hay cambios en las reglas de origen” que fortalecerán la integración regional del sector automotriz, indicó el titular de la Secretaría de Economía en declaraciones a medios.
Informó que, para proteger la importante industria automotriz mexicana, se logró una “carta adjunta” que garantiza que no se apliquen aranceles de hasta 30 % en vehículos vendidos a Estados Unidos, una amenaza reiterada del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump.
Estados Unidos podría aplicar esta imposición arancelaria por medio de una disposición legal conocida como Sección 232, que permite al presidente imponer aranceles unilateralmente si hay amenazas a la seguridad nacional o a la independencia en negociaciones de comercio.
“Si vas a hacer estos (aplicar la regla 232) a Japón o Alemania, no le vas a imponer a México. Lo que salva esta carta es la capacidad exportadora del sector automotriz en América del Norte, así como las plantas en proceso” de construcción.
El secretario de Economía aseguró así que se protege “el millón de empleos en el sector automotriz y el dinamismo del sector hacia adelante”.
En materia laboral, otro de los capítulos más controvertidos del TLCAN, Guajardo indicó hoy que el acuerdo firmado no implica cambios legislativos en México. “Simple y sencillamente el capítulo nos obliga a cumplir nuestras propias leyes. Y se comparte la dirección en el desarrollo”, puntualizó.
El lunes 27 de agosto México y Estados Unidos anunciaron un acuerdo comercial bilateral al que podría incorporarse Canadá, que estos días negocia en Washington su continuidad en el TLCAN.
En un foro organizado por The Economist, el ministro confió en que las negociaciones entre Estados Unidos y Canadá permitirán que el TLCAN continúe siendo trilateral.
Sobre todo, instó a entender que el “relanzamiento” de este convenio comercial, en vigor desde 1994, era necesario porque la sociedad y la economía han cambiado.
Las elecciones presidenciales en Estados Unidos que llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca fueron un “reflejo” de “desafíos estructurales profundos” en la población, que no ve beneficios en la globalización ni el libre comercio.
Sin comprender esto “las políticas públicas no serán sustentables en el tiempo”, remarcó.
Acerca de la modernización, celebró la inclusión de un capítulo para telecomunicaciones y de conceptos como nuevas tecnologías o comercio electrónico.
“Este acuerdo trilateral, modernizado, debe tener resiliencia hacia el futuro”, remarcó el ministro, quien recordó que hace un año y medio “parecía casi imposible” llegar a una renegociación exitosa.
El TLCAN, un acuerdo en vigor desde 1994 entre México, Canadá y EEUU, engloba más de 1 billón de dólares anuales de intercambio.