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ECONOMÍA
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Los cambios legales en telecomunicaciones y competencia, impulsados por la saliente administración en el paquete de 11 reformas estructurales, dieron mejores resultados y más rápido que otras modificaciones como la energética y educativa, plantearon especialistas convocados por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
Durante un foro de análisis sobre dichas reformas, Gerardo Soria, presidente del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones, señaló que pese a las condiciones económicas del país, con altos niveles de inflación, la reforma en telecomunicaciones propició una reducción de 30 por ciento en los precios al consumidor final, lo que calificó como “impresionante”.
“Nadie puede decir que le afectó la reforma en telecomunicaciones, salvo el ingeniero (Carlos) Slim. En realidad los precios han bajado en términos reales en el sector 30 por ciento, desde que se implementó la reforma hasta el día de hoy. En un entorno de inflación controlada, pero inflación al fin, una reducción nominal del 30 por ciento es una baja de precios impresionante”, apuntó Soria Gutiérrez.
Fernando Butler, ex candidato a comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) señaló que las reformas referidas son aceptables entre 80 y 90 por ciento, y requieren algunos ajustes para hacerlas más eficientes.
“Creo que todos ponerle que faltó, etcétera, pero yo creo que en un 85 o 90 por ciento yo estoy de acuerdo en la reforma concretamente en telecomunicaciones y la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión. ¿Puede mejorarse? Sin duda, de hecho quería mencionar algunas áreas que yo veo de mejora en dicha reforma. La facultad del IFT de decidir las fronteras entre diferentes mercados relevantes, establecer que hay dos sectores y que televisión restringida está en el sector telecomunicaciones, me parece que es no respetar la naturaleza convergente de los servicios como tal”, ejemplificó.
El experto agregó que también será necesario que la autoridad reguladora, el IFT intervenga en los casos de plataformas de envío de mensajes cortos que no son “tan cortos”, porque incluyen fotos y video, como WhatsApp; así como regular debidamente la televisión restringida; reducir la incertidumbre en el tema de pago de derechos.