En el segundo trimestre del año, la economía mexicana continuó captando recursos a través de la cuenta financiera, sobre todo por concepto de inversión directa y de cartera, pese a un entorno desfavorable a nivel internacional que afectó a mercados emergentes, informó el Banco de México (Banxico).
Al dar a conocer la Balanza de Pagos en el Segundo Trimestre del año, informó que en dicho periodo hubo un escalamiento de las tensiones comerciales y una moderación en el crecimiento del comercio internacional, que podrá continuar hacia delante.
“Si bien para el resto de 2018 y 2019 las perspectivas de crecimiento para la economía mundial sugieren una expansión favorable, “los riesgos para el crecimiento de la economía global tanto en el corto, como en el mediano plazo se han acrecentado”, indicó el instituto central.
Lo anterior, abundó, debido al escalamiento de las disputas comerciales, al posible apretamiento en las condiciones financieras y a la persistencia de riesgos geopolíticos.
“Estos factores han contribuido a una disminución del apetito por riesgo a nivel global, a la recurrencia de episodios de volatilidad, a menores flujos de capital hacia las economías emergentes y depreciaciones de sus monedas”, expuso.
Pese a ese entorno, en el segundo trimestre de 2018, la cuenta corriente registró un déficit de tres mil 882 millones de dólares; en tanto, la cuenta de capital resultó deficitaria en 11 millones de dólares, agregó.
A su vez, la cuenta financiera presentó un endeudamiento neto que implicó una entrada de recursos por 10 mil 586 millones de dólares, incluyendo un aumento de los activos de reserva por 911 millones de dólares y el renglón de errores y omisiones exhibió un flujo negativo por seis mil 693 millones de dólares.
El instituto precisó que en el segundo trimestre de 2018, el déficit de la cuenta corriente se ubicó en 1.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), cifra superior a la de 0.6 por ciento observada en igual lapso de 2017, si bien menor que la de 2.9 del primer trimestre del año en curso.
En particular, el incremento anual del déficit reflejó, principalmente, el aumento en el déficit de la balanza comercial de mercancías, el cual estuvo parcialmente compensado por un mayor superávit de la cuenta de remesas, derivado de ingresos que continuaron registrando niveles históricamente altos.
A su vez, el incremento del déficit de la balanza comercial de mercancías se explicó tanto por una reducción del superávit de la balanza comercial no petrolera, como por una ampliación del déficit de la balanza comercial petrolera, puntualizó.