El proyecto del Tren Maya debe ser de uso mixto para aumentar su viabilidad, lo que permitirá detonar el crecimiento económico de la región sureste de México y, al mismo tiempo, respaldar al turismo, consideró el presidente de la Concanaco-Servytur, José Manuel López Campos.
Tras reconocer el interés del próximo gobierno federal de ampliar esa ruta para incluir en su trayecto a Yucatán y Campeche, dijo que la iniciativa tenía un enfoque turístico en un principio, pero se requiere que el proyecto sea “mixto”, para incluir la participación de otros actores en el desarrollo regional de proveeduría local.
En un comunicado, el dirigente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) señaló que la proveeduría regional proviene de destinos muy lejanos en la actualidad y en muchos casos es importada.
“Muchos productos que llegan a la Riviera Maya de otras naciones se podrán sustitur por otros elaborados en la región, lo cual dará oportunidad de fortalecer el mercado interno, generará un mayor número de empleos y conectará la oferta con la demanda de los artículos necesarios”, argumentó.
Además, López Campos consideró que también se podrán crear clústeres logísticos y generar acopio de la producción agrícola y comestible de la región, lo que permitirá ser un detonante de los ramos de turístico, servicios y comercialización de productos de la zona.
De acuerdo con el dirigente empresarial, el sector privado canalizará inversión complementaria a los recursos destinados al proyecto por el gobierno federal, de ahí que estará pendiente de la licitación.
Sin embargo, aclaró, para materalizar el proyecto deben explorarse fuentes adicionales de financiamiento de la obra, la cual se estima de entre 120 mil y 150 mil millones de pesos en cuatro años y, de esa inversión, 28 mil millones se tendrán de los recursos de fomento al turismo.
En ese proyecto queda claro que la participación del gobierno federal es importante para romper un círculo vicioso, pues la intención existe desde hace un par de sexenios, empero, no se había realizado por la falta de viabilidad del proyecto, comentó.
“La manera de romper ese círculo es tener una iniciativa en la que se aprecie la rentabilidad social y se detonen nuevos proyectos de inversión, pues el hecho de iniciar con un capital semilla del gobierno y abrirse a la inversión privada permitirá pensar que el proyecto tendrá éxito”, añadió.