El expresidente mexicano Ernesto Zedillo recomendó a los gobiernos de México y Canadá no firmar el nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a menos de que Estados Unidos reconsidere su propuesta comercial “dañina”.
“Los gobiernos de Canadá y México deben ser elogiados por sus esfuerzos hasta ahora para preservar la apertura del comercio y la inversión proporcionados por el TLCAN. Pero bajo ninguna circunstancia deberían firmar un acuerdo que haga lo contrario”, escribió el exmandatario en su artículo ‘México y Canadá, no cedan a Trump’ publicado por The Washington Post.
Según lo escrito por Zedillo, a menos de que el gobierno de Donald Trump considere su política comercial actual, México y Canadá deberán avanzar y protegerse bajo el sistema multilateral de la Organización Mundial del Comercio y “dejar que el gobierno de Estados Unidos asuma completamente la responsabilidad de matar el TLCAN”.
El artículo del actual profesor de economía internacional y política de la Universidad de Yale fue publicado por el medio estadounidense el lunes pasado en el marco de un encuentro crucial entre los representantes comerciales de los tres países que se llevó a cabo en Washington.
En el texto, el expresidente calificó de ‘grotescas’ algunas de las demandas que ha hecho Estados Unidos para la firma del acuerdo como la modificación de las reglas de origen en el mercado automotriz, la imposición de aranceles más altos a México -porque sus salarios son más bajos- y que el sistema de solución de controversias sea opcional, para que Estados Unidos pueda retirarse del acuerdo si lo desea.
“De estas y otras demandas grotescas, está claro que lo que el gobierno de EU busca no es modernizar el viejo TLCAN sino más bien lograr un acuerdo que destruya el comercio y la inversión entre los tres socios norteamericanos”, consideró Zedillo, quien se ha manifestado a favor del libre comercio.
Además, afirma, los negociadores estadounidenses han asociado erróneamente al acuerdo comercial con el déficit comercial de su país, así como al cierre de fábricas y a la pérdida de empleos en dicha nación.
“Como si el avance de la automatización y la crisis financiera del 2008 no hubiera sucedido. Seamos claros: el TLCAN no causó nada de eso”, se lee en el artículo.
Según datos citados por el expresidente, actualmente cerca de 14 millones de empleos de estadounidenses dependen del actual acuerdo comercial con México y Canadá, además de que los casi 200 mil puestos de trabajo relacionados con las exportaciones creados anualmente pagan entre 15 y 20 por ciento más que los trabajos que se perdieron por el acuerdo.