Ser aval de un persona significa comprometerse a pagar una deuda que originalmente no es suya, pero se responsabiliza a cumplir con la deuda financiera del deudor en caso de que éste, por alguna razón, no pueda realizar el pago del crédito otorgado.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), antes de ser un avala es necesario considerar todo lo que se sepa de la persona que pide el favor.
Así como investigar sus hábitos de pago, al preguntar a otras personas sobre su comportamiento, además de verificar que sea responsable y formal.
“Infórmate sobre el tipo de crédito que tu avalado va a contratar. Toma en cuenta que la deuda podría llegar a ser tuya y debes estar informado sobre los detalles por cualquier contingencia que se presente”, destacó el organismo.
Expuso que tener solvencia económica es primordial, pues se necesitará estar preparado en caso de que el deudor requiera ayuda con el préstamo y así evitar problemas financieros.
El organismo indicó que en caso de que se haya dado el sí para ser aval es importante mantenerse informado sobre la deuda, involucrarse lo más que se pueda y asegurarse que el contratante del crédito este haciendo lo correcto.
Si se está pensando en solicitar a alguien más ser aval entonces, debe existir un acercamiento con esa persona para platicar de los detalles del crédito, para que no haya sorpresas después, puntualizó.
Finalmente, recomendó que antes de tomar una decisión, hay que comparar entre diversos productos e instituciones financieras y considerar los beneficios.