La Unión Europea (UE) amenazó este miércoles con imponer aranceles de hasta 25 por ciento a una serie de productos icónicos exportados por Estados Unidos, en caso de que el país confirme esta semana un nuevo impuesto a las importaciones globales de acero y de aluminio.
La lista de bienes visados, todavía en negociación entre los gobiernos europeos, incluye productos industriales, como vaqueros Levi’s y motocicletas Harley-Davison, y agrícolas, como maíz, cacahuetes y naranjas, confirmó la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.
Se trata de productos fabricados en estados dominados por el Partido Republicano, en el gobierno, lo que confiere un carácter político a la respuesta europea.
La medida no se adoptará hasta que la Casa Blanca confirme los aranceles al acero y al aluminio, a fin de que sea equivalente y proporcional al impacto que sufrirá la UE, explicó la comisaria en rueda de prensa.
“Hay que ver si se adoptan (los aranceles) y por cuánto tiempo, si es una medida temporal o si se extenderá por un largo tiempo. Porque entonces el impacto sobre la economía europea sería enorme. Miles de empleos estarían en riesgo en la UE”, afirmó.
De momento, Bruselas contempla un paquete de tarifas por un total de 2.8 mil millones de euros (3.4 mil millones de dólares), “totalmente en línea” con el reglamento de la Organización Mundial del Comercio (OMC), según una fuente comunitaria.
Además, los europeos se reservan el derecho de imponer sus propios aranceles al acero si detectan un aumento repentino en las importaciones por el desvío de cargamentos de China inicialmente dirigidas a Estados Unidos.
Los jefes de Estado y de gobierno europeos debatirán las opciones a finales de marzo, en Bruselas, al margen de su cumbre periódica.
El objetivo “clave” será “mantener el comercio global vivo y proteger la industria europea”, informó hoy el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, tras convocar la cita.
Malmström aseguró que la UE no pretende desatar una guerra comercial con su principal socio, pero se siente obligada a actuar para minimizar el “profundo daño” que la estrategia de Washington causará a la economía europea.
Por otra parte, recordó que imponer tarifas también a los productores europeos de automóviles, como barajó la víspera el presidente estadounidense Donald Trump sería contraproducente para Estados Unidos.
“Las compañías europeas fabrican dos millones de vehículos en Estados Unidos y dan empleo a miles de estadounidenses”, señaló.
La comisaria dijo guardar esperanzas de que la UE sea preservada de los nuevos aranceles.
El acero exportado por la mancomunidad a su socio transatlántico es “muy específico” y necesario para la industria local, señaló.
En caso de que no se cumpla esa expectativa, Bruselas también cuestionará ante la OMC la legalidad de los aranceles estadounidenses, que el presidente Trump justifica por la necesidad de proteger la seguridad nacional.
“Tenemos serias dudas sobre esas justificaciones. No vemos cómo la UE, socio estratégico y aliado de Estados Unidos en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) puede ser una amenaza a su seguridad nacional. Nos parece muy injusto”, dijo Malmström.
El caso en la OMC podría tardar años, pero daría a la mancomunidad el derecho de responder con medidas similares para “reequilibrar” las relaciones comerciales bilaterales en caso de que la acción de Washington sea considerada una medida proteccionista.