El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, apeló este lunes al presidente Donald Trump cancelar su plan de imponer aranceles al acero y aluminio, y advirtió sobre los riesgos de una guerra comercial.
“Estamos extremadamente preocupado sobre las consecuencias de una guerra comercial y estamos instando a la Casa Blanca a no continuar con su plan”, señaló en una declaración Ashlee Strong, la portavoz del líder cameral.
“La nueva reforma fiscal ha energizado la economía y ciertamente no debemos poner en riesgo tales ganancias”, subrayó.
La oposición de Ryan al plan de Trump de imponer aranceles de 25 por ciento al al acero y 10 por ciento al aluminio, se ha hecho extensiva a otros republicanos prominentes, incluido el presidente del comité de Medios y procedimientos de la Cámara Baja y del Comité de finanzas del Senado.
Tradicionalmente los legisladores republicanos han apoyado políticas de libre mercado y apertura comercial. En su momento fueron claves para la aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) durante la presidencia de Bill Clinton.
Trump descartó este lunes la posibilidad de una guerra comercial y evitó retractarse de la posibilidad de anunciar las sanciones comerciales, por lo que los republicanos alistan una carta que enviarán a Trump para expresarle sus preocupaciones en el tema, según la publicación de The Hill.
Una vocera del poderoso Comité de Medios y Procedimientos indicó que cualquier acción de la Casa Blanca debe ser limitada y enfocada contra productos específicos y no a nivel generalizado.
El republicano Kevin Brady, presidente del Comité, pidió el fin de semana a la administración exentar de los aranceles a dos de sus principales socios comerciales, Canadá y México.