El incremento en energéticos y en frutas y verduras, y la volatilidad en torno a las elecciones, llevaron al Banco de México a considerar que la inflación no alcanzará su objetivo de 3 por ciento hasta el primer trimestre de 2019.
“La inflación general continuará disminuyendo, aproximándose a lo largo del año hacia el objetivo de 3 por ciento y alcanzándolo en el primer trimestre de 2019, fluctuando alrededor de la meta durante dicho año”, señaló la minuta sobre la reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México del 8 de febrero, publicada este jueves.
Según los miembros de la junta, el “retraso en esta trayectoria” está asociada a los “efectos aritméticos” en los incrementos de los precios de algunos energéticos, frutas y verduras que afectaron en los últimos meses la medición de la inflación no subyacente.
De esta manera, se estima un descenso gradual de la inflación, que cerró el 2017 en un 6.77 por ciento, la más alta desde 2000.
Sobre este nivel de inflación, coincidieron a que se debió a “choques no previstos”, entre los que destacan los aumentos en los precios de algunos energéticos, como el gas LP, de ciertas frutas y verduras, de la depreciación del peso y del aumento de la volatilidad asociada a la incertidumbre del TLCAN.
También consideraron que afectó el aumento del salario mínimo, que actualmente se ubica en los 88.36 pesos diarios (4.75 dólares diarios).
Tras alcanzar la meta del 3 por ciento, la inflación se mantendrá en torno a estos niveles el resto del 2019, siempre que las previsiones de tipo de cambio y ausencia de presiones del mercado laboral se mantengan, apuntó la minuta.