La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) señaló que desde la última decisión de política monetaria, el peso mexicano mostró mayor resiliencia que las monedas de otras economías emergentes.
En la Minuta número 62 del instituto central, atribuyó lo anterior tanto a los avances en la negociación comercial con Estados Unidos y Canadá, como al prudente manejo macroeconómico en el país, resaltando la postura monetaria adoptada por el Instituto Central.
En este sentido, un integrante de la junta enfatizó que la postura monetaria ha permitido mantener en niveles elevados los diferenciales de tasas de interés entre México y Estados Unidos, una de las principales razones que explican el mejor desempeño de los precios de los activos mexicanos.
Respecto al crecimiento económico, la mayoría de los miembros sostuvo que es previsible que el avance del Producto Interno Bruto (PIB) se ubique en 2018 dentro de los rangos anunciados en el último Informe Trimestral, de 2.0 a 2.6 por ciento, y de 1.8 a 2.8 por ciento en 2019.
Algunos comentaron que el pronóstico para 2019 está sujeto a un elevado grado de incertidumbre e incorpora diversos retos, entre los cuales destacan la implementación de la política pública que enfrentará la administración entrante, cierta debilidad de los componentes de la demanda agregada y la baja producción de la plataforma petrolera.
En cuanto a la inflación, la mayoría de los integrantes señaló que el indicador general se ha visto afectado por los aumentos considerables del componente no subyacente, enfatizando que desde junio se han venido observando incrementos mayores a los previstos en los precios de los energéticos.
Asimismo, la mayoría mencionó que las expectativas de inflación general para el cierre de 2018 se ajustaron de 4.25 a 4.50 por ciento de julio a septiembre, mientras que las correspondientes al cierre de 2019 aumentaron de 3.60 a 3.70 por ciento en el mismo periodo.
Mientras que todos coincidieron en que, si bien los choques que experimentó la inflación en México son de naturaleza temporal, estos han retrasado la convergencia de la inflación general hacia su meta.
El balance de riesgos para la trayectoria esperada de la inflación mantiene un sesgo al alza, en un entorno de incertidumbre en el que persisten riesgos externos e internos, en donde destaca la posibilidad de que el peso mexicano se vea presionado por factores externos e internos.
Así como un posible escalamiento de medidas proteccionistas a nivel global que afecte a la inflación, el riesgo de mayores presiones en los precios de los energéticos, una probable reversión del comportamiento favorable de los precios de los productos agrícolas y el riesgo de que las negociaciones salariales no sean congruentes con las ganancias en productividad.
De tal forma, la Junta de Gobierno decidió por mayoría mantener el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en un nivel de 7.75 por ciento, en su decisión de política monetaria del pasado 4 de octubre.
Ello, considerando el comportamiento reciente de la economía, que la naturaleza de los choques que han afectado recientemente a la inflación es de carácter transitorio, y que la tendencia esperada de la inflación subyacente continúa siendo descendente.