El embajador mexicano Gerónimo Gutiérrez advirtió este miércoles que la relación México-Estados Unidos será afectada en su conjunto por el desenlace del TLCAN y confió que en este momento es más probable una negociación exitosa que al inicio de la administración Trump.
“Hoy la posibilidad de que lleguemos que un TLCAN 2.0 que sea positivo para los tres países es el escenario base, aunque aún es probable que no se llegue a una conclusión, y antes era exactamente a la inversa”, dijo el diplomático en entrevista.
“EL TLCAN no sólo es importante por sus efectos económicos, sino porque la realidad es que se convirtió a lo largo de los últimos 25 años en la columna vertebral de la relación”, subrayó. “Lo que pase con el tratado va a afectar la relación en su conjunto. Eso para mi es obvio”, enfatizó.
Canadá, Estados Unidos y México iniciaron esta semana en Montreal la sexta ronda de negociaciones para la modernización del TLCAN, en medio de expresiones positivas en Estados Unidos, incluido el presidente Donald Trump, del buen curso de las negociaciones.
“El TLCAN está avanzando bastante bien. Soy de la opción de que, si no funciona, lo vamos a terminar, pero creo que lo estamos haciendo bastante bien, Bob, por lo que entiendo”, dijo Trump a reporteros, acompañado por el representante comercial, Robert Lighthizer.
Cuatro de las mayores cúpulas empresariales del país, la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la American Farm Bureau Federation, la Mesa Redonda Empresarial y la Asociación de Manufactureros formaron la coalición Trade for America (TFA) para defender la importancia del comercio.
El embajador Gutiérrez reconoció la formación de la coalición y destacó que los actores del sector privado de Estados Unidos, gobernadores alcaldes y los propios legisladores han elevado más su voz frente a la administración.
“Lo han hecho en el sentido de que concuerdan con la idea de renovar el TLCAN pero no descartarlo. Tenemos más voces”, señaló el diplomático, quien ayer se reunió con 20 alcaldes de Estados Unidos, tanto demócratas como republicanos, para hablar de la relación bilateral.
“Hoy, más que nunca, los líderes que están convencidos de que Estados Unidos y México pueden y deben tener una buena y respetuosa relación, que funcione para ambas partes, están llamados a levantar la voz”, les dijo el embajador.
Durante la entrevista, Gutiérrez atribuyó las mejores posibilidades de un desenlace positivo del TLCAN a que México y Canadá han negociado de manera firme e inteligente, además de que en el último año se ha desarrollado un mejor nivel de confianza que permite a ambos gobiernos discutir mejor las cosas.
Pero Gutiérrez dejó claro que el desenlace del TLCAN tendrá efectos variados no sólo económicos. “La relación en su conjunto claro que se va a ver afectada por el desenlace de la negociación del TLCAN en su conjunto”, apuntó.
“Hay áreas de la relación en materia de cooperación y procuración de justicia que el gobierno de México hace con Estados Unidos porque están en nuestro propio interés hacerlo. Eso difícilmente serán abandonado en el futuro independientemente del resultado”, puntualizó.
Sin embargo, para el próximo gobierno de México, sea quien sea, va a ser más difícil sostener altos niveles de cooperación como los que creo que son útiles y hoy existen, en materia de seguridad y cooperación si el TLCAN y la negociación fracasa, que si llegamos a una buena conclusión”, acotó.
Sobre el calendario de las negociaciones, el embajador Gutiérrez sostuvo que los tres países deben concentrar todos los esfuerzos posibles para concluir lo más pronto posible.
“Entre otras razones porque siempre hay que minimizar la incertidumbre que genera a todos los agentes económicos el futuro del TLCAN”, subrayó.
Además, recordó que la Autoridad de Promoción Comercial (TPA), que permite procesar el TLCAN bajo la Vía Rápida legislativa, concluye a finales de marzo. “La negociación debe marcar los tiempos y no al revés”, apuntó.
No obstante, dijo que si no es posible completar el proceso de modernización del TLCAN antes -por ejemplo- de las elecciones presidenciales de México en julio, eso no implica que truenen las negociaciones.