El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) consideró que México tendrá que enfrentar retos importantes durante este año, pero también es un momento de oportunidades.
Destacó que con la llegada de un nuevo gobierno se podría plantear una estrategia que conduzca a corregir los desequilibrios que han limitado por tanto tiempo un mayor ritmo de crecimiento y consolidar las fuentes de ingresos del sector público.
Esto, aunado a una revisión estricta del gasto público que permita una disminución más rápida de los niveles de deuda del país, argumentó el organismo de investigación en su publicación semanal “Análisis económico ejecutivo”.
Señaló que de esta manera se pueden tener mejores resultados en las políticas que se instrumenten para reducir la inflación y la volatilidad del tipo de cambio; además la inversión, que es fundamental para el crecimiento, debe estar apoyada por un entorno de certidumbre.
Señaló que 2018 será un año complejo para México y por ello es necesario plantear acciones que contribuyan a enfrentar eventos que pueden tener run impacto negativo sobre la actividad productiva.
Mencionó que el impacto de la reforma fiscal en Estados Unidos y la expectativa sobre los resultados de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) han creado un ambiente de incertidumbre, al cual se integra el entorno que puede generar la contienda presidencial en el país.
Sin embargo, hay compromisos que deben fortalecerse permanentemente, como preservar la estabilidad macroeconómica, mejorar la situación laboral y salarial, junto con esfuerzos para reducir la pobreza y desigualdad, apuntó.
Además, subrayó, es fundamental insistir en la inversión como principal motor del crecimiento, y es por ello que las decisiones de política económica serán fundamentales para evitar desequilibrios en los factores que fortalecen la estabilidad macroeconómica.
Será necesario entonces vigilar el comportamiento de variables como la inflación, tipo de cambio, tasas de interés, reservas internacionales, las cuentas públicas y la balanza de pagos, estimó el organismo.
Las expectativas apuntan a que en 2018, la economía mexicana crecerá 2.1 por ciento, si bien refleja un ligero repunte respecto a 2017 como consecuencia del efecto de un mayor ritmo de gasto público, que estacionalmente aumenta en periodos electorales, sigue representando un nivel reducido para satisfacer las necesidades de la población, añadió.