Las vacaciones de verano están en puerta y es común que al buscar paquetes se ofrezcan los llamados tiempos compartidos, que no significa viajar cada que se quiera, sino tener un espacio en algún destino a un precio fijo.
Por ello, la revista Proteja su dinero, de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), lanzó una serie de recomendaciones para evitar comprar un producto que no es lo que se esperaba.
Explicó que de acuerdo con el artículo 64 de la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), los tiempos compartidos consisten en poner a disposición de una persona o grupo de personas el uso, goce y demás derechos que se convengan sobre un bien o parte del mismo, en una unidad variable dentro de una clase determinada, por periodos convenidos mediante el pago de alguna cantidad.
Es decir, la venta de espacios vacacionales a un precio fijo en un hotel o complejo turístico, con una cuota anual de mantenimiento a una o a un grupo de personas, reiteró.
Recomendó que antes de contratar el servicio, es necesario verificar las condiciones de compra, los términos del contrato y si realmente cubre las expectativas vacacionales, ya que muchas veces se compra con la idea de viajar cuando se quiera.
Señaló que existen diferentes tipos de tiempo compartido, como tiempo fijo, que se compra el espacio para usarlo durante una semana específica al año; tiempo flotante, se ejerce el derecho de uso en una temporada determinada del año; semana dividida, en esta modalidad se puede dividir la semana que le corresponde en dos o tres periodos para usarlos en distintas fechas al año.
Además de los Clubes vacacionales o programas de puntos, a través de la cual se compra cierta cantidad de puntos y se intercambian por el derecho a usar el hotel o el complejo. Los puntos están en función del tamaño de la unidad, la ubicación del desarrollo vacacional, duración de la estancia y temporada en que se pretenda usarla.
Destacó que el tiempo compartido ha crecido mucho en los últimos años, en México se ha desarrollado de manera especial en los destinos de playa como Cancún y la Riviera Maya, Acapulco, Puerto Vallarta, Nuevo Vallarta y Los Cabos, seguidos por Mazatlán, Manzanillo, Ixtapa, Cozumel y Huatulco, aunque la Riviera de Nayarit crece rápidamente.
Añadió que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recomienda que antes de adquirir una membresía, se verifique que el promotor de tiempos compartidos sea confiable e incluya en sus folletos sus datos para localizarlo, que describa las características generales de los tipos de unidad que el desarrollo ofrece, así como los planes generales de financiamiento y la forma de pago.
Se deben también especificar las cuotas de mantenimiento y sus fechas de pago, y si existe cualquier otro posible desembolso, además de señalar si el desarrollo está afiliado a una empresa de intercambio de tiempos compartidos, lo que brinda mayores alternativas de viaje.
Exhortó a los usuarios a definir el presupuesto antes de tomar una decisión, así como conocer los desarrollos para constatar la calidad de sus instalaciones, atractivos y servicios que le van a brindar, y por último comparar precios, características y restricciones del servicio.