Representantes de la industria automotriz en Estados Unidos se pronunciaron hoy a favor de modernizar el Tratado de Libre Comercio de America del Norte (TLCAN) sin afectar la integración económica que consideraron benéfica para los tres países socios.
“Nosotros creemos que (el TLCAN) se puede actualizar sin afectar las cadenas de suministro”, dijo Ann Wilson, vicepresidenta para asuntos gubernamentales de la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos (MEMA), cuyos miembros proveen partes originales y componentes a la industria automotriz en este país.
Al hablar en un foro para examinar el impacto del TLCAN en los sectores automotriz y agrícola de Estados Unidos, Wilson indicó que más allá de la retórica negativa, no se puede pasar por alto que el acuerdo ha sido bueno para la industria “y para la fuerza laboral que tenemos”.
“Alentamos a la administración Trump a ver el TLCAN y su modernización con ese espíritu. Preguntarse qué se puede hacer para mejorarlo, actualizarlo, que hemos aprendido durante los pasados 15 años, sin un masivo quebranto de las cadenas de abastecimiento”, consideró.
Charles D. Uthus, vicepresidente para política internacional del Consejo de Estados Unidos de Política Automotriz, dijo que el daño potencial de esta cadena quedó claro esta semana cuando un tornado causó daños que obligaron al cierre temporal de un puente en la frontera entre Laredo, Texas, y Nuevo Laredo, Tamaulipas.
“Eso creó una situación en la que plantas en Estados Unidos, varias plantas se vieron amenazadas con cerrar debido a los retrasos provocados por el desvío del tráfico, y esta es una ilustración de lo integrado que está el mercado en México, Estados Unidos y Canadá”, mencionó en su turno.
De acuerdo con Uthus el comercio automotriz entre los tres países alcanza un volumen anual que oscila entre 240 y 250 mil millones de dólares, lo cual representa el 25 por ciento del comercio trilateral total.
Uthus advirtió que una renegociación que imponga tarifas podría afectar la cadena de abasto, disparando los costos de producción de automóviles, y puso como ejemplo los arneses de cableado, cuya exportación a Estados Unidos representa un comercio anual de siete mil millones de dólares para México.
“Pocos o ninguno de esos arneses es producido en Estados Unidos porque es un intenso trabajo manual”, apuntó.
Hizo ver que “si no los tenemos (producidos en México), los tendríamos que obtener de alguien más, alguien que quizá tenga que pagar una tarifa para entrar a Estados Unidos, y este es un ejemplo de los beneficios del TLCAN”.
La semana pasada la Representación Comercial de la Casa Blanca notificó al Congreso su intención de modernizar el TLCAN, abriendo un periodo de espera de 90 antes de sentarse a la mesa negociaciones con sus socios, México y Canadá.
A pesar de ello, el gobierno de Trump no ha precisado si dicha modernización implicará la apertura total del acuerdo, su renegociación y si se tratará de procesos separados con cada país o trilateral, esto último algo que México y Canadá favorecen.
Yuri Unno, directora de política comercial de Toyota en Estados Unidos, dijo que lo que el TLCAN requiere es su modernización, y señaló que contrario a las críticas que se escuchan, el acuerdo ha sido bueno para la generación de empleos aquí.
“Nosotros esperamos poder hablar con la administración (Trump) sobre como podemos lograr esto”, indicó.
Jefffrey D. Werner, gerente general para política internacional de Daimler, dijo que el conglomerado favorece igualmente la modernización del acuerdo, insistiendo que el resultado final deberá ser un acuerdo óptimo y que permita ampliar los beneficios alcanzados hasta ahora.
“Conforme avancemos en este proceso, nos gustaría empezar con el concepto de no causar daño. Asegurarnos que este acuerdo se mantendrá funcional, y que nos permita decir que las industrias más competitivas están dentro de la región del TLCAN”, precisó.