La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) anunció este miércoles que arrancó la perforación del pozo denominado Zama-1SON, el primero exploratorio de México que es operado por un ente privado, un hito situado en el marco de la reforma energética.
La empresa Talos Energy Offshore México “inició el pasado 21 de mayo la perforación del pozo exploratorio estratigráfico Zama-1SON ubicado en aguas someras del Golfo de México“, informó la institución en un comunicado.
Talos, de origen estadounidense, lleva a cabo la perforación de este pozo ubicado en la zona petrolera de la Cuenca del Sureste, una porción marina correspondiente a la provincia Geológica Salina del Istmo con un tirante de agua de 166 metros.
Este pozo, de donde espera extraer aceite ligero, se perforará con una trayectoria vertical hasta una profundidad total estimada de aproximadamente 4 mil 400 metros debajo del nivel medio del mar.
“Los costos estimados para la perforación son de aproximadamente 66 millones de dólares”, detalló la CNH.
La actividad petrolera en el pozo mencionado se realiza al amparo del Plan de Exploración aprobado por la CNH el pasado 23 de junio de 2016 y de la autorización de la perforación emitida por la misma Comisión el pasado 20 de febrero de 2017.
El contrato es en la modalidad de producción compartida con recuperación de costos y fue suscrito el 4 de septiembre de 2015 por la CNH con el consorcio conformado por la mexicana Sierra O&G Exploración y Producción, la estadounidense Talos Energy Offshore México y la británica Premier Oil Exploration and Production México.
En los contratos de producción compartida, la contraprestación al Estado se calcula sobre la base de la utilidad operativa, permitiendo deducir al contratista los costos de producción.
El consorcio ganador de esta licitación pagará al Estado el 55,99 % de la utilidad operativa e incrementará en 10 % el programa mínimo de trabajo.
En el marco de la reforma energética, aprobada en 2014, se han realizado hasta la fecha varios concursos que han abierto el sector petrolero a la iniciativa privada tras casi ocho décadas de monopolio estatal.
La perforación de este pozo exploratorio forma parte de la primera ronda de licitaciones, que se celebró a mediados del 2015 y se saldó con 12 áreas desiertas y solo dos adjudicadas.