Una delegación de funcionarios y empresarios mexicanos participará el jueves y viernes próximos en Brasil en encuentros para explorar la compra de soya, maíz y arroz de una de las mayores potencias agrícolas del planeta, informaron a Notimex fuentes oficiales.
Funcionarios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), empresarios de la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado Bovino (AMEG), de la Unión Nacional de Avicultores (UNA) y del Consejo Mexicano de Arroz mantendrán encuentros en Sao Paulo.
Tras la llegada del presidente estadunidense Donald Trump, Brasil y México exploran la posibilidad de aumentar el comercio agrícola, pero por problemas de agenda, la ronda de encuentros se realizará hasta esta semana.
En un año en que se espera una cosecha récord, Brasil busca aumentar sus exportaciones agrícolas a México, en particular con granos forrajeros como la soya, de la que el país sudamericano es segundo exportador mundial tras Estados Unidos.
El ministro de Agricultura Blairo Maggi, uno de los grandes productores de soya del país, expresó desde hace semanas el interés de Brasil por expandir los lazos comerciales con México para abrir una vía comercial que permita colocar en México productos que compra actualmente a Estados Unidos.
Ante el giro proteccionista de la administración Trump, la medida permitiría diversificar las compras mexicanas de productos agrícolas y derivados estadunidenses, que en 2015 sumaron cerca de 17 mil millones de dólares.
México es el tercer mayor mercado para las exportaciones agrícolas de Estados Unidos, y adquiere allí cerca del 98 por ciento de sus compras externas de maíz amarillo, aproximadamente 13 millones de toneladas, en un negocio valuado en unos dos mil 500 millones de dólares.
Las compras de Brasil (54 mil toneladas) fueron modestas, pero hay espacio para que aumenten, a pesar de que el principal escollo es lograr una logística de suministro que, a pesar de la distancia, no encarezca el producto.
La cosecha de maíz brasileño debe crecer un 39 por ciento anual en 2017 y situarse en 88 millones de toneladas, mientras la de soya está previsto que crezca un 10 por ciento hasta los 105 millones de toneladas.
En las últimos cuatro décadas Brasil pasó de ser importador de alimentos a potencia mundial agropecuaria, gracias a las condiciones de su clima y al desarrollo de tecnología que ha permitido, por ejemplo, que un grano como la soya –característico de zonas temperadas– tenga dos cosechas por año en sus regiones tropicales.
Las exportaciones brasileñas agropecuarias rozaron los 85 mil millones de dólares el año pasado, sostenidas por los 25 mil millones de ventas en soya y derivados, así como a los 14 mil millones en carne de todo tipo que el país suministra a países como Rusia o China.
El comercio bilateral entre México y Brasil se situó en 2016 en siete mil 300 millones de dólares, según datos del país sudamericano, pero cerca de la mitad fueron intercambios en automóviles y autopartes.
Brasil y México negocian desde 2015 la ampliación del Acuerdo de Complementación Económica No. 53 (ACE 53), con el objetivo de expandir las relaciones comerciales entre las dos mayores economías de América Latina.
El ACE 53, que fija tarifas y aranceles reducidos para cerca de 800 productos actualmente, está siendo negociado para aumentar el espectro de bienes y servicios comerciados bilateralmente hasta unos cinco mil, según fuentes de la negociación.