El consumo de vino en México alcanzó 89.5 millones de litros en 2016, lo que representa un incremento de 10 por ciento, informó el director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, Jean-Marie Aurand.
En la presentación del estudio “Panorama mundial del vino y oportunidades para México”, destacó que de los litros consumidos, 30 por ciento corresponde a producción nacional, lo que representa una oportunidad para la industria mexicana.
De acuerdo con la investigación, a pesar de que el consumo per cápita de vino en México es bajo (750 mililitros) en comparación con otros países como España (20 litros), Italia (37 litros) o Francia (47,7 litros), el crecimiento sostenido en los últimos años permite tener una visión optimista de que existe una buena oportunidad de negocio para los productores nacionales.
Y es que en 2015 la producción de vino en México fue de cerca de 20 millones de litros, cantidad que representa únicamente 0.07 por ciento de la producción mundial.
En cuanto a consumo, el informe estima que la producción nacional satisface únicamente el 30 por ciento de la demanda, por lo que el 70 por ciento restante se importa de países como España, Francia, Chile, Argentina y Estados Unidos, entre otros. Tan sólo en 2015, las importaciones de vino superaron los 220 millones de dólares.
“Como industria, tenemos el reto de crecer la producción nacional, representar los intereses de los productores y sobre todo promover el consumo de las marcas nacionales dentro del mercado mexicano”, afirmó el presidente del Consejo Mexicano Vitivinícola, Daniel Milmo Brittingham.
Respecto a las preferencias de los consumidores, el análisis indica que 59 por ciento privilegian el vino tinto, 14 por ciento el blanco, 12 por ciento el espumoso y el 15 por ciento restante se divide en las demás clasificaciones.
Baja California concentra cerca del 75 por ciento de la producción de vino, seguido de Coahuila, Querétaro, Aguascalientes, Zacatecas, Chihuahua, Guanajuato, San Luis Potosí, Puebla, Sonora y Nuevo León. En conjunto, se destinan cerca de cinco mil hectáreas al cultivo de uva para producir vino, según datos de Consejo Mexicano Vitivinícola.
“La población que consume vino en México sigue siendo aún reducida y como ya se ha señalado, no existe una cultura de beberlo a diario. Estimamos que existen dos millones y medio de mexicanos que los consumen, de los cuales un 80 por ciento lo toma una vez a la semana y sólo un 15 por ciento lo hace de modo diario”, explicó Aurand.
Por lo que a estacionalidad se refiere, el mismo estudio señala que es el fin del año el periodo de mayor compra de vino, permaneciendo más o menos constante durante el resto del año; mientras que marzo, abril y mayo son los meses en los que la adquisición es menos fuerte.
En el marco de la presentación del informe, se anunció también la segunda edición de “México Nación de Vinos”, que congregará a más de 75 bodegas de los 11 estados productores.
El encuentro, a realizarse el 20 y 21 de septiembre, busca beneficiar a todos los sectores relacionados: producción, distribución, difusión y consumo, razón por la que desplegará más de cuatro mil metros cuadrados de vino mexicano para generar diversas oportunidades de interacción.
Los asistentes podrán disfrutar de un museo interactivo, un paseo por los procesos de vinificación, talleres y conferencias especializadas para profesionales, así como de la participación de enólogos, productores y sommelier, quienes interactuarán directamente con los más de 2000 invitados.