Aprovechar la experiencia de negociación del Acuerdo Transpacífico e incorporar áreas de oportunidad como propiedad intelectual, derechos humanos, sustentabilidad y comercio electrónico son las premisas que el gobierno mexicano deberá seguir en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
De acuerdo con Eric Ortega Urita, director de la Licenciatura en Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey, hay varios temas que se quedaron en el tintero desde hace 25 años cuando se negoció el TLCAN, y ahora es necesario aprovechar la experiencia de un acuerdo de última generación como es el Transpacífico de Cooperación Económica.
El TPP, por sus siglas en inglés, fue negociado durante 5 años y aunque fue firmado por 12 países en 2015, entre ellos, México y Estados Unidos, apenas en enero de este año Donald Trump declaró formalmente que no se uniría al tratado, dando un duro revés a uno de los acuerdos comerciales más importantes de Barack Obama.
Ante un escenario de una posible derogación del TLCAN, es apremiante que el gobierno mexicano se acerque ya a organismos internacionales como la Organización Mundial de Comercio, ya que hay un principio denominado “Nación más favorecida” y no se puede imponer un arancel de manera inmediata a las exportaciones de México a EU.
“Lo que tendrían que revisar bien de parte de la negociación mexicana es cómo funcionaría este impuesto, cuáles serían los fundamentos y en dado caso apelar ante la OMC porque bajo el principio de nación más favorecida no se pueden imponer impuestos a exportaciones e importaciones, lo que para fines prácticos viene siendo un arancel. Debemos estar muy alertas y que el equipo de negociación del gobierno mexicano debe estar viendo qué tratamiento le da”, aseguró Erick Ortega.
Y es que un ingrediente extra para mantener preocupado al gobierno mexicano, es lo que puede venir con el Plan Fiscal de Donald Trump, que aunque no ha sido revelado su contenido, ya delineó en campaña algunas premisas como bajar los impuestos a empresas para atraer inversiones a Estados Unidos, así como aplicar un gravamen a los productos mexicanos que entren a su territorio. De esta manera y sin tocar el TLCAN podría afectar severamente a México.
Mientras que el TLCAN eliminó los aranceles al comercio entre los países firmantes. Lo que plantearía el Plan Fiscal de Trump no es un arancel, sino un impuesto, de esta manera evitaría una violación al acuerdo.
Erick Ortega explicó que en el impuesto fronterizo que está tratando de imponer Trump hay ciertos resquicios legales y no puede imponer aranceles. El TLCAN es muy claro y hubo un proceso de desgravación arancelaria que está detallado y Trump está intentando imponer este impuesto.
“Estamos verdaderamente ante un mandatario que está desafiando el establishment o las reglas a como todos estamos acostumbrados a operar”, señaló.
En cuanto al tema de remesa, el académico del Tecnológico de Monterrey confió en que el flujo continúe de manera favorable, como arrancó este inicio de 2017 al aumentar un 6.3 por ciento respecto a 2016, sin embargo también recomienda al gobierno mexicano no perder de vista un acercamiento con la Organización Internacional del Trabajo para proteger los derechos que tienen los trabajadores indocumentados en Estados Unidos ante el impuesto que Trump amenaza con imponer.
“Es muy necesario que haya la definición de un proyecto-nación y nosotros esperaríamos que el gobierno federal esté viendo los diferentes escenarios, que se esté preparando ante los diferentes escenarios de Donald Trump. Tenemos que pasar de una posición reactiva, que es como los hemos visto en los últimos meses a una posición propositiva y que estén preparados para las diferentes medidas que pueda tomar”, concluyó Ortega.