Congreso de Coahuila pide a SE que refrende aranceles en favor de siderurgia

El Congreso de Coahuila advierte que las condiciones de inestabilidad y las prácticas de comercio desleal en el mercado del acero no han concluido y ponen en riesgo empleos en el sector.

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El Congreso de Coahuila estableció un punto de acuerdo para pedir a la Secretaría de Economía que refrende en abril próximo, los aranceles comerciales que protegen a la industria siderúrgica.

El legislador de aquella entidad, Melchor Sánchez de la Fuente, luego de reunirse con empresarios del sector siderúrgico, estableció que con las referidas salvaguardas se evitaría poner en riesgo una actividad que mantiene 100 mil empleos directos y más de medio millón de indirectos en el país.

Explicó que, en conjunto con los legisladores federales, diputados coahuilenses sostendrán en los próximos días una junta con el titular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo, a fin de insistir en la necesidad de mantener los sistemas de defensa arancelaria de la siderurgia y otros sectores de la economía nacional.

El legislador coahuilense señaló que retirar en abril las barreras arancelarias a productos de acero provenientes de países con los cuales México no tiene acuerdos comerciales, pone en riesgo no sólo a la industria siderúrgica, sino a sectores relacionados con ella.

Agregó que “no podemos nosotros mismos sumar inestabilidad a las condiciones reinantes y por ello hay que pensar en dejar la temporalidad sujeta a voluntades y establecer una política arancelaria permanente, incluso con mayores porcentajes y más productos”.

Sánchez de la Fuente señaló que en el caso concreto de China, los anuncios de limitación de la producción y de eliminar las prácticas desleales, no han pasado de las palabras y se mantienen las prácticas de comercio desleal que han afectado a la industria siderúrgica no solamente en México, sino en todo el mundo occidental.

“Esto no es proteccionismo, es simplemente emparejar la mesa comercial, porque los productores nacionales adicionalmente deben cumplir con una normatividad ambiental y con costos laborales y fiscales que en China no existen y donde por el contrario las empresas estatales reciben una serie de subsidios disfrazados”, concluyó.