El presidente pro tempore del Senado de California, Kevin de León, defendió hoy que su estado es un motor económico para Estados Unidos, tras las acusaciones de “estar fuera de control” del presidente del país, Donald Trump.
“Lejos de estar fuera de control, California está creando empleos más rápido que cualquier otro estado y los inmigrantes son clave para nuestra prosperidad económica”, dijo De León en una declaración en respuesta a las críticas de Trump.
“Somos un motor para la innovación del país y el crecimiento del empleo, y nuestro estado paga anualmente más en impuestos federales de lo que recupera”, agregó De León.
En la entrevista que este domingo retransmitió la cadena Fox previa a la Super Bowl, Trump dijo que el estado de California estaba “fuera de control” y amenazó con retirarle fondos federales en caso de que se declarase un “estado santuario”.
“Creo que es ridículo”, dijo el presidente en relación a su oposición a las “ciudades santuarios”, en las que las autoridades locales no colaboran expresamente con las federales para la identificación y detención de los indocumentados para deportarlos.
De León presumió de que California es la sexta economía más grande del mundo y aporta el 13 % del PIB del país, por lo que avisó de que, si dañaba al estado, ello repercutiría a todo EEUU.
“La amenaza del presidente Trump de utilizar la financiación federal como un arma no solo es inconstitucional, sino también emblemática de la crueldad que pretende imponer a nuestras comunidades más vulnerables (…) esto no son juegos políticos, son vidas reales”, dijo el representante del Senado de California.
El pasado 25 de enero, Trump firmó una orden ejecutiva por la que se suprimirán los fondos federales a las ciudades que se nieguen a proporcionar a las autoridades federales información sobre el estatus migratorio de las personas que detienen, entre las que se incluyen San Francisco, Los Ángeles, Chicago y Nueva York, entre otras.
Durante la campaña electoral, Trump ya prometió que cargaría contra estas urbes y entidades locales, conocidas como “ciudades santuario”, cifradas en unas 300 en todo el país.
El presidente de EEUU rubricó esa medida junto a otro decreto por el que destina financiación federal para comenzar la construcción de un muro en la frontera con México a fin de frenar el flujo de indocumentados.
“Los estados tienen el derecho de perseguir sus propias políticas de seguridad pública y ningún presidente que tenga poco conocimiento de cómo funciona un país puede cambiar eso”, añadió De León.
El presidente pro tempore del Senado de California además defendió que las ciudades santuario tienen tasas de criminalidad más bajas y una actividad económica más fuerte.