El ex secretario de Comercio y quien dirigió las negociaciones e implementación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) Jaime Serra Puche, consideró que cualquier medida de proteccionismo, manejo de aranceles o toma de decisiones comerciales que de manera arbitraria se quiera imponer al interior de la región de Norteamérica durante la renegociación de dicho tratado “representará un atentado a la competitividad frente a otras regiones del mundo”.
Dijo que, si esto ocurre, y al parecer, es lo que está sucediendo si se observa el mensaje del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entonces nuestro país debe dejar en claro que cualquier medida en ese sentido, lo que hará es castigar a los tres países miembros (Estados Unidos, México y Canadá) quienes en estos momentos se encuentran “del mismo lado de la mesa” es decir, en situaciones económicas que convergen.
Por ello, dijo, el TLCAN es parte de la solución de los problemas que se enfrentan, y no parte del problema.
Afirmó también que con la política comercial que pretende implementar el mandatario estadunidense, que incluye la revisión del tratado, no se corregirá su déficit comercial, y, por el contrario, se podría incrementar en los próximos años, pues este se genera por el lado de la política fiscal y la falta de ahorro de nuestro vecino país.
Durante una conferencia magistral organizada por la consultoría Kupfer y la revista Líderes Mexicanos, Serra Puche se pronunció a favor de la renegociación del TLCAN, pero para enriquecerlo, pues esto, dijo, puede traer grandes beneficios a las tres naciones, con temas que en el momento de su negociación e implementación inicial no se tomaron en cuenta, porque no representaban gran relevancia y el entorno tecnológico era diferente.
Dijo también que para que esa renegociación sea exitosa, deben cumplirse ciertos principios fundamentales como son: una negociación trilateral; que no haya cambios en las reglas comerciales en la región durante las negociaciones; se promueva una mayor integración económica; se eviten medidas proteccionistas; que el acuerdo deje en claro que el comercio en la región se rige por reglas, y por último, que se incorporen nuevos temas como los tecnológicos.