A nivel nacional, el poder adquisitivo del ingreso laboral de los hogares se redujo 1.0% entre el tercero y el cuarto trimestre de 2016, destaca el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que utiliza desde 2010, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que realiza el Inegi, para observar trimestralmente la evolución del poder adquisitivo del ingreso laboral de los hogares y, con base en éste, analizar si aumenta o disminuye el porcentaje de la población cuyos ingresos laborales son insuficientes para adquirir la canasta alimentaria.
Así, el Coneval detalla que entre el cuatro trimestre de 2015 y el cuarto trimestre de 2016, el poder adquisitivo del ingreso laboral aumentó 3.0%.
El Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) prácticamente no cambió entre el tercero y el cuarto trimestre de 2016, pero se redujo entre el cuarto trimestre de 2015 y el mismo periodo de 2016, lo cual implica que un mayor porcentaje de personas pudieron adquirir la canasta alimentaria con el ingreso laboral en su hogar entre 2015 y 2016.
El organismo destaca que entre 2015 y 2016, el ritmo de recuperación anual del poder adquisitivo observó un comportamiento diferenciado en las zonas rurales y urbanas. En el ámbito urbano, el ingreso laboral promedio creció 2.2% de 2014 a 2015 y aceleró el paso al crecer en 3.3% entre 2015 y 2016; en contraste, en el ámbito rural el poder adquisitivo de los ingresos creció 4.3% entre 2014 y 2015 y se desaceleró al crecer en 3.7% entre 2015 y 2016.
“Será necesario monitorear este indicador, así como la evolución de la canasta alimentaria, pues el incremento de la inflación a partir de octubre 2016, especialmente notorio en el pasado mes de enero de 2017, podría revertir lo ganado en el poder adquisitivo del trabajo en los últimos dos años”, considera el Coneval.
El organismo señala que para realizar estas estimaciones, utiliza el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), el cual no constituye una medición de pobreza, toda vez que no integra todas las fuentes de ingreso ni todas las dimensiones de la medición oficial de la pobreza dada a conocer por el Coneval en diciembre de 2009.
Sin embargo, agrega, este Índice sirve como señal preventiva de corto plazo sobre la situación del ingreso laboral de las familias en relación con el costo de la canasta alimentaria.
Si el ingreso laboral aumenta más que el valor de la canasta alimentaria, el poder adquisitivo del hogar mejora y el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza tiende a bajar. De forma inversa, si el precio de los alimentos de la canasta alimentaria aumenta más que el ingreso laboral, el poder adquisitivo empeora y el Índice tiende a subir, finaliza el organismo en un comunicado.