El ex presidente de México Carlos Salinas de Gortari defendió el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en un artículo sobre América Latina para el blog que divulga la London School Of Economics (LSE).
Salinas de Gortari, al frente del Ejecutivo mexicano entre 1988 y 1994, opinó en ese texto que en lugar de “romper el acuerdo”, como propuso el nuevo presidente estadunidense, Donald Trump, México, Estados Unidos y Canadá, deberían “reforzarlo” si pretenden competir con otras regiones del mundo.
El ex mandatario indicó que la “clave” para recuperar empleos perdidos y promover el bienestar es la “competitividad”, y, en este sentido, advierte de que “desestabilizar las relaciones con México dañará la región dinámica construida en torno al tratado” pero no mejorará su competitividad ante otras regiones.
“En lugar de socavar el TLCAN, Trump en Estados Unidos, (Justin) Trudeau en Canadá y (Enrique) Peña Nieto en México deben trabajar juntos a fin de reforzarlo”, apuntó.
Salinas de Gortari recordó que cuatro años de negociaciones infundieron a las relaciones entre Estados Unidos y México “un grado de madurez sin precedentes” y que, “al erradicar sus diferencias y canalizar sus respectivos intereses”, ambos países comenzaron a superar una “larga historia de conflicto”.
“El mismo enfoque debe prevalecer hoy, especialmente con los nuevos desafíos que plantea Donald Trump”, argumentó Salinas de Gortari.
En el texto, Salinas de Gortari remarcó que el TLCAN lleva en vigor 23 años, si bien la presidencia del político republicano “plantea desafíos de una magnitud diferente”, en un momento “en el que la mayoría de mexicanos aprecian cada vez más los beneficios que ha reportado a la economía mexicana, reflejados en Estados Unidos y en Canadá”.
“Matar el TLCAN, como sugieren algunos, destruiría millones de empleos en Estados Unidos y ocasionaría aún más daño en México. Cuando se negoció el TLCAN, México contaba con 90 millones de habitantes; hoy tiene más de 120 millones. Desmantelar el TLCAN implicaría un mayor desempleo y causaría más migración que ningún muro podría detener”, observó.
También señaló en el texto que “cada país quiere salvaguardar su soberanía” y dice que cuando se trata de negociaciones internacionales, “ejercer la soberanía es encontrar un compromiso y aplicarlo internamente”.
“Ambos socios pierden cuando no logran alcanzar un consenso en el cual aplicar las reglas”, manifiesta.
Sobre migración, México no se ha opuesto a hacer cumplir la ley en ambos territorios, según alegó, mientras se respete la dignidad y los derechos humanos de los inmigrantes.
Aquí Salinas de Gortari remarcó que su país “repudia la violencia, la persecución y el racismo encubierto” e insta a buscar “soluciones positivas” para ambos países.
Eliminar el acuerdo implicaría, a su juicio, un “paso hacia atrás” para los dos países, generaría “nuevas tensiones y costes” además de deshacer un cambio histórico que ha permitido a México relacionarse con Estados Unidos de una manera diferente.