El peso mexicano anotó este viernes su primer año de ganancias desde 2012, impulsado por menores preocupaciones sobre las políticas del presidente estadunidense Donald Trump, que compensaron la incertidumbre asociada a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La moneda culminó su última jornada de 2017 en 19.699 por dólar, con un marginal avance del 0.02 por ciento frente al precio de referencia de Reuters del jueves, en un mercado con escaso volumen de negocios por el periodo vacacional de fin de año.
Sin embargo, el peso acumuló en diciembre un retroceso de 5.7 por ciento -su peor desempeño mensual desde la victoria electoral de Trump en noviembre de 2016- golpeado por la aprobación de una reforma tributaria en Estados Unidos que podría derivar en menores inversiones en México.
En 2017, la moneda local acumuló un rendimiento del 5.0 por ciento, su primer año de ganancias desde 2012, también ayudada por un repunte de los precios del petróleo.
“Fue un año lleno de incertidumbre, y aunque estamos viendo una apreciación realmente hubo mucha volatilidad. No todo fue positivo”, comentó Gabriela Siller, directora de análisis del Banco Base en la norteña ciudad de Monterrey.
El peso avanzó en julio hasta su mejor nivel en más de un año, pero desde entonces ha venido cediendo terreno ante un repunte del nerviosismo tras el comienzo de las discusiones para modernizar el TLCAN, un acuerdo comercial que desde hace 23 años mantienen Canadá, Estados Unidos y México.
Analistas dijeron que en los primeros meses del próximo año las preocupaciones sobre el impacto de la reforma fiscal estadounidense y el rumbo del TLCAN continuarán marcando el ritmo del mercado, que también tendrá la mira puesta en las elecciones presidenciales locales de julio.
En ventanillas de bancos y casas de cambio, el peso cotizaba el último día de 2017 en 19.10 unidades por dólar a la compra y en 19.90 a la venta.