El secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Jaime Valls Esponda, reconoció que la crisis económica de al menos 7 universidades públicas estatales se origina en la enorme carga que representa el pago de prestaciones en los contratos colectivos de trabajo, así como en la contratación de profesores sin el sustento financiero necesario.
La declaración de Valls se genera en medio de un conflicto recurrente al final de cada ejercicio anual en el que las instituciones educativas solicitan ampliaciones de recursos federales y estatales para cumplir con sus obligaciones laborales.
Este año, la crisis ha sido más grave aún ante la falta de recursos en los gobiernos estatales y por la emergencia que representa la reconstrucción obligada por los sismos del 7 h el 19 de septiembre.
La grave situación a la que se enfrentan las universidades pone en la mesa de negociación prestaciones excesivas y sistemas pensionarios que ahogan a las propias universidades.
Un ejemplo de ello, la desinformación, propiciada por las dirigencias sindicales, que prevalece entre la base trabajadora de la Universidad Michoacana (UMSNH) son las acciones anunciadas este fin de semana por la Universidad de Guanajuato y la Autónoma de Baja California, que adoptaron medidas pensionarias necesarias y hoy aseguran una permanencia de 100 años.
Los rescates financieros anuales no son ni deben determinar la continuidad de las nobles labores académicas para las que las universidades fueron creadas.
En este sentido, Jaime Valls señaló que los acuerdos deberán construirse en momentos de crisis, no es posible seguir gastando igual que hace 25 años; las modificaciones pensionarias sonun tema de corresponsabilidad institucional, corresponsabilidad que en muchos casos han evadido las autoridades universitarias y los gobiernos estatales.