En el Senado de la República, las fracciones parlamentarias del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado de la República criticaron el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar, presentado este lunes 9 de enero por el presidente de la República.
La bancada albiazul manifestó que las medidas en cuestión no son claras y no representan una solución de fondo a la problemática que enfrenta el país.
La bancada coordinada por el senador Fernando Herrera lamentó que las acciones anunciadas por el titular del Ejecutivo Federal no impliquen nada nuevo y aunque el recorte de 10% en los sueldos de altos funcionarios puede tener un efecto mediático, no resolverá “en nada” los aprietos en que se encuentran las finanzas públicas.
Por su parte, los senadores perredistas externaron que la serie de disposiciones cuyo fin es fortalecer la economía nacional frente al aumento en las gasolinas tendrán “efecto nulo” en el bolsillo de los mexicanos.
El coordinador Miguel Barbosa fue tajante al indicar que lo único claro del acuerdo presentado por el Presidente de la República, al que se refirió como un “acuerditito” es que el Gobierno Federal y “la derecha” se han unido contra el descontento del pueblo.
El acto en cuestión, recriminó Barbosa Huerta, no es para apoyar la economía de los mexicanos, sino para apuntalar al Primer Mandatario.
“Yo no creo en esos anuncios, nunca se ven, los acuerditos, este acuerditito que hicieron, que hoy se anunció, este acuerditito no va a tener ningún efecto, nadie lo va a ver, no se va a sentir. Va a ser como el agua: inodoro, incoloro e insípido. Solamente fue una reunión política de respaldo al Presidente de la República”, atajó el legislador.
En primera instancia, los panistas en el Senado expresaron que el país requiere un acuerdo real e incluyente, de corte nacional que involucre a todos los sectores de la sociedad, que vaya al fondo de la problemática provocada por el llamado “gasolinazo”.
Asimismo, consideraron necesario recortar el gasto público en 150 mil millones de pesos a los ya previstos en el paquete económico del 2017, pues la disminución de 10 por ciento en los salarios de altos funcionarios “no resuelve en absoluto el tema de las finanzas públicas”.
Incluso, indicaron que se ve “lejano” el compromiso de los empresarios de velar porque los precios de bienes, productos y servicios no se eleven de modo “indiscriminado”, puesto que a cada aumento en las gasolinas, en los insumos para la producción, la devaluación del peso y el alza en el dólar, impactarán en los costos de manera general.
También pusieron en duda los acuerdos para mejorar el transporte público, vigilar que no haya abusos en los precios de la canasta básica, ampliar el crédito de la banca de desarrollo, promover la inclusión laboral de grupos vulnerables y promover la libre competencia. Esas promesas, enfatizaron los senadores de Acción Nacional no implican nada nuevo, por el contrario, se trata del mero cumplimiento de obligaciones gubernamentales.
Lamentaron que el Ejecutivo no quiera entender que los problemas del país se resolverán con mayor consenso político económico y social, ello, debido a que el Congreso de la Unión fue excluido.
En tanto, el senador Barbosa reiteró que la reunión del Presidente de la República con sindicatos y organismos empresariales fue un mero acto de apoyo a su figura, a la usanza del PRI de antaño. “La firma de este Acuerdo fue un acto de apoyo al Presidente. Se trató de una reunión de la plutocracia mexicana y de sus corifeos, los mismos que han llevado al país a la ruina”, dijo.
Insistió en que los efectos positivos que el Ejecutivo espera claramente serán nulos, pues lo que se requiere es modificar la Ley de Ingresos del 2017, tal y como lo propusieron distintos grupos parlamentarios en el marco de la Comisión Permanente del Congreso, establecer una ley de precios máximos de los combustibles, fortalecer el salario mínimo y reactivar de inmediato la producción nacional de combustibles.