A unos días de dar a conocer el informe que revela que las ocho personas más ricas del mundo poseen más dinero que la mitad más pobre del orbe, explicó que el problema no es la riqueza que se genera sino cómo se distribuye, ante la falta de una “economía humana”.
En conferencia de prensa, Alvarenga subrayó que la apuesta y recomendación de Oxfam es la colaboración global, además de un cambio de modelo económico.
En la promoción de una economía humanista que beneficie mayormente a las clases más desprotegidas, alertó, Trump es “antónimo”, porque representa todo lo contrario, por ello para contrarrestar los efectos de las políticas que instrumente se deben sumar esfuerzos entre naciones.
Recordó que, por ejemplo, las autoridades de Alemania han declarado que ante el “efecto Trump”, Europa tiene que resolver sus propios conflictos, pero se tiene que trabajar de manera global.
En las Américas resulta necesario promover información y ejercer influencia en los grandes empresarios, para que no contribuyan al ensanchamiento de la brecha entre ricos y pobres y distribuyan la riqueza que se genera.
Asimismo, para que los gobiernos apliquen políticas sociales y económicas que pongan a las personas en el centro de su atención, destacó.
En el actual modelo económico, expuso, “un grupo minoritario se fortalece a costa de la mayoría de las personas”, y debe cambiarse “porque es insostenible, y solo ha dejado como resultado una crisis política en el mundo, en Latinoamérica y en México”, insistió.